jueves, 30 de diciembre de 2010

Selección 14 / Puedo escuchar las canciones más tristes esta noche

Esta es la entrada número 176, la última del año 2010 y la que marca el primer aniversario del Blog Abisal. Os doy las gracias a todos y todas que habéis estado ahí, leyendo y comentando, compartiendo y discrepando, viendo cine y escuchando música. Esta selección está dedicada a todos vosotros y vosotras.

"Adf", Balago (2001)




"Still on fire", First aid kit (2006)




"Maria is a bird", Arbol (2008)




"Music", The Gift (2004)



Os recomiendo, lectores y escuchadores abisales, un último ejercicio de comunión abisal en la escucha de la siguiente canción:

1. Cierra los ojos después de darle al play.
2. Espera con atención el momento en el que debes empezar a silbar.
3. Y silba hasta el final.

"Noche desde un tren", Migala (2002)

martes, 28 de diciembre de 2010

Primer relato abisal


Yo la conocía bien. De haber estado en casa, Carmen habría visto que Koldo no llegaba solo, que le acompañaban sus padres, tal y como se lo había dicho hace unos días. El viernes vienen mis padres a cenar. Sabes que todavía no me apetece ver a nadie... ¡Ya estás casi recuperada, quejica…! No lo estoy. Deja de hacerte la víctima, ¡mierda!; el viernes es mi cumpleaños y quiero que conozcas a mis padres. De haber estado en casa, Carmen también habría oído a Koldo llamarla, decirle que ya habían llegado, que sus padres estaban aquí y que no era el momento de jugar al escondite. Sí, Carmen me lo había dicho, que lo peor de todo iba a ser no poder ver la reacción de Koldo cuando entrase en el baño y se la encontrase con las venas abiertas, desangrada, desnuda, junto a una nota donde Carmen, me dijo, iba a escribir sus últimas palabras: “Como mi vida te parece poco, te regalo mi muerte. Que la disfrutes. Saluda a tus padres de mi parte. Feliz cumpleaños”.

Koldo no leyó la nota, por lo menos no inmediatamente. Al descubrir la escena, dio un paso atrás con cara de espanto, su espalda tropezó con la pared y se deslizó lentamente hasta quedar sentado en el suelo. No sabía qué hacer, siempre le ha costado reaccionar, pero Carmen había conseguido su propósito, Koldo no la iba a olvidar jamás. Mantendría su imagen viva, la imagen de su rostro, de su piel blanca y desnuda contrastada en un fondo rojo, una imagen de la cual Koldo nunca se libraría, ella esculpida en sangre. Si Carmen hubiera estado allí se hubiera reído orgullosa y hubiera dicho ¿tampoco te parece que es para tanto? y se hubiera ido en paz. Sí, eso también lo habíamos hablado. Lo que vino a continuación ya carece de importancia, quizás el padre de Koldo gritando algo como, ¡ostia!, ¡me cago en la puta! y la madre desmayándose o quizás gritando desconsolada… Qué más da, eso a Carmen ya no le importaba…

El entierro fue dos días después. Como las otras veces, observé la ceremonia desde una distancia prudencial. Hice el recuento de los asistentes y saqué las fotos. Hacía sol y la tumba estaba en una zona sin árboles, así que no había problemas de luz. Koldo siguió el ataúd con la mirada. Su madre le agarraba la mano. Comenzaron a tapar el agujero. El sonido de la primera palada de tierra golpeando la madera es muy dramático. Koldo empezó a llorar. Volví a la oficina, no tenía nada más que hacer allí. Me puse a repasar las fotos y mis anotaciones. Luego las comparé con la lista que me había dado Carmen. Faltaba una persona.

A la mañana siguiente, me concedí unos minutos para meditar sobre mi obra, con una taza de café recién hecho entre las manos. Carmen había cumplido con su papel de forma magistral y Koldo haría lo propio en cuanto comprendiera cual era su parte. Eché un terrón de azúcar y probé un sorbo. Realmente admiraba a Carmen. No son muchos los que pueden amar hasta sus últimas consecuencias. Carmen obsequió a su amado con la ofrenda más sublime del mundo, la muerte. Gracias a ella mi creación era hermosa y ominosa. Yo era el Esquilo del presente. El Sófocles del futuro. Eché otro terrón de azúcar y probé de nuevo el café. ¿Comprenderían las generaciones futuras la excelencia y la belleza de mi representación? ¿Entenderían la magnitud del sacrificio de Carmen? Carmen. Carmen. Su piel lucía tan perfecta una vez el fluido vital abandonó su cuerpo. Tan blanca, tan inmaculada. Su pelo impregnado en agua y sangre, caía sobre sus pechos como hiedra carmesí. Bajo el rojo néctar de amor que llenaba la bañera, aún podía distinguirse el jardín que albergaba su sexo ahora inalcanzable. Eché un tercer terrón de azúcar y removí el café con creciente impaciencia. Carmen. Carmen. Por alguna razón que se me escapaba entre los dedos, aquella mañana, el café sabía más amargo que de costumbre.

Entonces me acordé de una frase que había oído en alguna parte. Algo parecido a que los ciegos viven en la habitación que está encima de la suya. En el piso de arriba se escuchaban ruidos y yo me sentía como un ciego curioso intentando desentrañar lo que ocurría. Nada significativo, pero durante algunos minutos estuve más pendiente de aquellas voces que de lo que realmente tenía importancia. Volví a centrarme en Carmen y en lo desprotegido y vulnerable que resultaba Koldo en aquellos momentos. Pero las voces volvieron. Con más fuerza. Definitivamente estaban discutiendo ahí arriba. También habría tiempo para ellos, pero todavía era demasiado pronto. Pensé que sería buena idea pasar a la acción, así que me vestí, abrí la puerta, y salí a la calle. En el piso superior se oían los primeros golpes. Ya en la calle me crucé con dos tipos aparentemente normales. Demasiado normales. Estaba claro que eran policías. Volví la cabeza y vi que examinaban la puerta del edificio. Apreté el paso. Tenía que encontrar al hombre que no había ido al entierro y hablar con él. Sin perder un minuto.

Caminé largo rato con la cabeza baja y el paso ligero, tratando de llegar cuanto antes a mi destino. Tuve que cruzar toda la ciudad a pie, porque no quería arriesgarme a usar las tarjetas de crédito para conseguir efectivo. No me importó. Aún no llovía, pero los abrigos de la gente empezaban a alargarse desde hacía un par de semanas. Tiré del cuello de mi chaqueta para cubrir el mío, y al rozarme la cara con la mano noté que había vuelto a olvidar afeitarme. Busqué mi reflejo en el escaparate de una floristería, y, mientras calibraba el alcance de mi obsesión, recordé a Padre y su navaja de afeitar. Cómo brillaba. Cómo sonaba contra el esmalte del lavabo, cuando la aclaraba. Siempre me pregunté qué se sentiría al apretarla contra algo blando y cálido. De pronto, y durante un segundo, sentí una tremenda envidia hacia Carmen. «La fleur que tu m'avais jetee...» Carmen. Carmen. Con mi mano aún palpando de forma estúpida la barbilla, mi cara me devolvió la mirada desde el cristal. La dueña del establecimieto me miraba con gesto extraño desde dentro, lo que me hizo suponer que mi "ausencia" había durado al menos unos minutos.


Siempre preferí el cristal al espejo, los escaparates a las pantallas. Aquel de la floristería me había confirmado que el cine era para cobardes. Que había que tener mucho valor para enfrentarse a los recuerdos escritos en una cristalera.

Angustias, la madre de Koldo, tardó un par de miradas en examinar la casa. Pedro, el padre, dos pasos por detrás, colocándose como podía el flequillo después de que el abrigo de marta cibelina de su esposa hubiera aterrizado en la azotea.

-Se nota que está Carmen contigo, todo ordenadito, como tiene que ser. Tú siempre has sido un adán.
-Que sí mamá, corre a decírselo, que debe estar limpiando el baño.
-Ya sabes como es tu madre, hijo. ¿Dónde pongo el abrigo?
-Ahí mismo. ¿Quieres un vino? Siéntate y pon la tele.

Angustias no necesitaba cortesías para registrar ni esa ni ninguna otra casa. Sabía que debía ir al baño, pero no lo haría sin antes abrir cada puerta del camino.

Koldo, que asistía desesperado a la exploración amazónica de su madre, se adelantó hasta el baño para avisar a  Carmen. Y allí estaba, arrodillada, con la bayeta y el ipod como apéndices cibernéticos preferidos.

Carmen aparcó el trapo, dejo caer los auriculares y corrió a abrazarse a su augusta suegra.

-¡Mamá estás fantástica! Se notan las clases de natación.
-Calla, calla (cuchicheando lo suficientemente alto para ser escuchada) que Pedro se pone malo…  tiene celos del monitor.

Carmen y Angustias, erectas, reinaban el pasillo y el hogar, despellejando a aquellos dos seres que buscaban refugio tras el sofá, el vino y la televisión.

La conversación de los hombres no era tan fluida. Intentando que no se aburriera, Koldo le ofreció hasta dos veces el mando de la tele a su padre antes de hacer él mismo un poco de zapping. Echaban un desfile de lencería en la 5, pero prefirió pasar al canal de teletienda donde anunciaban una horrible manta para casa para con forma de bata. Carmen le había regalado una de esas por su cumpleaños. En azul marino.


Desde la distancia podía intuir que el exagerado e impotente intento de Koldo por aparentar que las cosas eran normales le iba consumiendo poco a poco. La frialdad que se autoimponía desconcertaba a quienes nos encontrábamos cerca de él. Supongo que las cosas cambiarían drásticamente si supiera que existe una posibilidad para desandar el camino y volver al pasado, y que yo podría conseguirlo con una simple llamada de teléfono. Sin embargo, y aunque cada día me encuentro a punto de caer en la tentación de hacerlo, no fue eso lo que le prometí a Carmen. No lo haré, aunque sinceramente me muero de ganas de ver la reacción de Koldo cuando le contara que volver a ver a Carmen sería tan sencillo como apretar un botón y adquirir una noción diferente del continuo espacio-tiempo. Decirle que con un botón todo retrocedería justo una semana, que yo tengo ese poder en mi mano. Decirle que podría conseguir lo que todo el mundo desea: volver atrás para forjarse una vida perfecta, sin fallos, el estado ideal en el que nada queda a merced del porvenir y en el que, por supuesto, los errores con Carmen nunca habrían existido. Y así, seguramente esta misma noche Koldo se la habría llevado a un restaurante elegante y allí le habría pedido matrimonio en medio de una cuidada escenografía con los camareros de por medio y los focos centrándose en ellos dos, con la música perfecta y todo en blanco y negro, y entonces el resto de clientes aplaudiría. Sin embargo, Carmen ya había vivido la perfecta escena y no le había gustado.


A nadie debería sorprender que detrás de la apesadumbrada mirada de Koldo se oculta una melancólica sonrisa. Una de esas sonrisas que desvela un secreto a medianoche. Sí, en realidad, Koldo sabe que únicamente necesita realizar una llamada telefónica para recuperar a Carmen. Una única llamada a un número desconocido que le conducirá a una vida perfecta en la que jurará amor eterno. Y en la que un trabajo con horario de oficina le permitirá construir cientos de maquetas de barcos a vapor.

Ahora que hemos descubierto que la apesadumbrada mirada no es tal, Koldo enciende una cerilla en el mismo baño que acogió los últimos pensamientos de Carmen. Todo indica que fumará un cigarro antes de realizar la llamada que cambiará su vida. Sin embargo, las cosas no son como parecen: en una mano, la cerilla; en la otra, un papel milimétricamente doblado. Suspira, parpadea levemente y prende el papel que se deshace en el suelo bajo su atenta mirada. El papel con el número desconocido que no se atrevió a memorizar. Sonríe. En ese preciso instante, comprende que la muerte constituye la única fuga posible frente a la existencia cotidiana. A su pesar, Carmen, una vez más, le enseñó el camino…



Koldo siempre me había parecido un cobarde. Era miedo donde Carmen era curiosidad. Era recelo donde Carmen era ansiedad. Por eso no me sorprendió que quemara la nota con mi número. Tampoco me sentí defraudado cuando optó por echarse a llorar en lugar de seguir los pasos de Carmen. Carmen, el alma más crédula con la que me he topado en mi larga existencia. La imagen más etérea que mi cámara ha plasmado sobre el papel. Koldo, en cambio, ni siquiera parpadeó cuando le mostré un retal de lo que podía haber sido su encuentro con Carmen en caso de que ésta no hubiera seguido los pasos que les mostré. Prefirió desechar el maravilloso regalo que yacía húmedo en la bañera. Un cuerpo perfecto para un ente inmaculado. No importa. A veces ocurre. Le propuse rebobinar una cinta que nunca debió haberse puesto en marcha, pero parece que lo ha rechazado. Madre me lo advirtió. No quise creerla, y en estas estamos. Afortunadamente, cuando me crucé con ellos en aquel callejón su vida era ya tan insignificante que estaban dispuestos a aferrarse a un clavo ardiendo. La enfermedad de Carmen era una mera excusa para cercenar un futuro nauseabundo. Yo lo sabía. Carmen lo sabía. Koldo lo sabía. Su decisión marcó su destino, pero siempre he sido bastante juguetón. La suerte está echada.


... [Ahora sigue Ángel Bricoda] ...



NOTA

Según el orden previsto en la inscripción previa, aquí se van a publicar las contribuciones de los lectores, hasta el cierre de la historia resultante.



domingo, 26 de diciembre de 2010

1991: the year punk broke (Sonic Youth, 1991)






ESPACIO NO COMERCIAL










ESPACIO NO COMERCIAL





2084 (Chris Marker, 1984)

NOTA: Esta entrada es una re-edición de otra publicada en junio. El motivo principal de la re-edición radica en que se ha recuperado [después de varios meses sin poder verse] la parte principal de la entrada: el cortometraje "2084", de Chris Marker.

"2084" es un pequeño ensayo audiovisual (10 minutos) que Chris Marker realiza en 1984 bajo encargo de la CFDT (Confédération Française Démocratique du Travail) con motivo de la conmemoración del primer centenario de las primeras leyes sindicales en Francia, en 1884.

Para retratar el presente del sindicalismo en la Francia de 1984, Marker proyecta tres futuros posibles en 2084, cuando se celebra[rá] el segundo centenario de la Confederación Sindical Francesa. Los tres futuros vienen representados por tres hipótesis, la gris, la negra y la azul. Y las tres fotografían, desde el futuro, un momento presente que quiere homenajear al pasado. ¡Qué joyita!

He aquí "2084":

sábado, 25 de diciembre de 2010

Selección 13 / Puedo escuchar las canciones más tristes esta noche

"Flower´s grave", Tom Waits (2002)




"Holocaust", Big Star (1978)




"Not forever now", Mica P. Hinson (2009)




"Gospel", The National (2007)




"Pill hill serenade", Mark Lanegan (2003)




CRÉDITOS
Selección elaborada por David Patuel López, administrador del sitio web A little bit of music. Gracias amigo.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Conoce, sonríe, disfruta

Si os parece, primero lo vemos...



No Fun - Eva and Franco Mattes from Eva and Franco Mattes aka 01.ORG on Vimeo.


... y después, si lo creéis oportuno, lo comentamos.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Dilemas morales


Hace unas semanas Felipe González aireó sus dilemas morales de la época en la que estuvo al frente del gobierno español. Fue en una entrevista que el escritor Juan José Millás le hizo para el periódico "El País" [fecha: 7-11-2010]:


Durante los días siguientes a la primicia informativa, Felipe González seguía obnubilado en sus dichosos dilemas morales:


 
Pero no hay mal que cien años dure. Hace dos días, Felipe González empezó a salir de dudas. En una información que se pudo leer en "El Correo" [fecha: 20-12-2010], el ex-presidente español admite que "probablemente" hubiera "volado" a los etarras de Hipercor si hubiera tenido la oportunidad [el entrecomillado es del titular de la noticia citada]. La fuente original de la información hay que buscarla en una entrevista que la revista Vanity Fair le hace a Felipe González, cuya imagen de portada también se adjunta en la noticia de "El Correo". La imagen es la siguiente:



Embriagante: Felipe González saliendo de dudas en Vanity Fair [traducción aproximada: La Feria de las Vanidades]. Tiene suerte; otros, como el amigo del narrador de la historia de la canción que abre esta entrada [Canción: "La dejo o no la dejo"; cantante: Albert Plá], lo tienen más jodido. 

Y es que dilemas morales tenemos todos, pero solamente los iluminados que son portada en las revistas y periódicos del Imperio [los stars-system como Felipe González], tienen la suerte de poder desencallar[se] de ellos.

¡Viva España! Más que nunca...

martes, 21 de diciembre de 2010

Inscripción para participar en el Primer Relato Abisal


NOTA

 Para participar en el Primer Relato Abisal es necesario inscribirse en los comentarios de esta entrada.

Se establecerá así un orden de participación que se irá publicando debajo de esta nota informativa.



ORDEN DE PARTICIPACIÓN:

Administrador Abisal
Jofre
Pablo
M Doble
Budoson
Iker
Roberto
Sr. Bang
Rigolet
10º Ángel Hernández
11º Incomunicado
12º Ángel Bricoda
13º Xanti82
14º Administrador Abisal
 
[La lista está cerrada]

lunes, 20 de diciembre de 2010

Versiones y [sin embargo] originales

[Instrucción 1: Dar al play en el reproductor insertado a continuación] 
 



¿Sabes qué canción está sonando?

[Instrucción 2: Esperar hasta que entre la guitarra para seguir leyendo]

Ahora sí, ¿no? Es "Sweet child of mine", la famosa canción de Gun n´Roses, versionada por el grupo Luna. Inconfundible el riff de guitarra, que nos deriva, en acceso directo, al riff de la canción original, como punto de anclaje que después refuerza el contenido y la melodía de la letra, fieles, en ambos casos, a la canción que todos conocemos.  El resto es transformado; y nos aleja de la canción original. A Luna le basta un ritmo más sosegado, una voz más contenida y un conjunto musical de ambiente más bucólico, por decirlo de alguna manera, para lograr que la canción se sacuda de encima su ramalazo heavy original. De esta manera, Luna convierte la canción "Sweet child of mine" en otra, en otra canción nueva.

Cuando un grupo o artista musical acomete la tarea de realizar una versión, y consigue una canción nueva, no solamente se [re]apropia de ella sino que además empuja al escuchador a confrontar las dos canciones [la original y la versión] en un diálogo donde no tiene por menos que chocar el mayor número de significados posibles entre ambas fuentes. Ese diálogo remite al escuchador una sensación de extrañamiento con respecto a la canción original, puesto que la versión, si está bien hecha y no es burda copia, le ha sacado del lugar donde le tenía ubicado la original. Ese es, precisamente, el principal mérito de una versión bien hecha.

Pero hay grados y grados.


[Instrucción 4a: Detener la reproducción anterior para seguir leyendo. En este caso saltar hasta la Instrucción 5]


[Instrucción 4b: Dejar terminar la canción para seguir leyendo después]

[Instrucción 5: Dar al play en el reproductor insertado a continuación




Y ésta... ¿sabes qué canción es la que se escucha ahora?

[Instrucción 6: Esperar a que entre la voz para seguir leyendo]

¿Todavía no? Este ejercicio es más complicado. La canción se titula "Sweet anarchy" y es la versión del clásico de los Sex Pistols, "Anarchy in the U.K." que el grupo madrileño Migala incluyó en su primer disco. Además de las transformaciones, arriba mencionadas, que hace Luna con "Sweet child of mine" con respecto a la manipulación del ritmo y otras relacionadas con el estilo, aquí Migala cambia el título y el contenido de la letra. Resultado: el diálogo que se produce tiene lugar entre dos fuentes [la original y la versión] más alejadas entre sí, lo que provoca que la sensación de extrañeza en el escuchador [que tenga interiorizada la original] sea mucho mayor. 

Las cosas así, la versión [que luego puede gustar más o menos] es, literalmente, más rica, precisamente porque es más autónoma, más libre, en relación a lo que la vincula con la original. En conclusión, la versión logra superar la fuerza gravitatoria de la órbita donde inició su movimiento y emprende su aventura en solitario.

Pero la cosa puede ir todavía más lejos.


[Instrucción 7a: Detener la reproducción anterior para seguir leyendo. En este caso saltar hasta la Instrucción 8] 

[Instrucción 7b: Dejar terminar la canción para seguir leyendo después]

[Instrucción 8: Dar al play en el reproductor insertado a continuación]




Ahora no voy a preguntar. A no ser que se haya seguido la trayectoria de quien canta no se sabrá qué canción se está versioneando. Se produce aquí un ejercicio de transformación todavía más radical que el que se ha expuesto de la canción de Migala con respecto a la de los Sex Pistols, porque la cantante añade la más arriesgada de las piruetas: además de otros muchos detalles transformadores que aumentan la sensación de extrañeza, en la versión se ha extirpado el estribillo de la canción fuente; además, se ha fulminado todo rastro de su melodía original. La extrañeza del escuchador alcanza aquí su grado máximo, el desconocimiento, la ausencia de anclaje o la dinamitación de los puentes que unen la canción original y la versión. 

La cantante que se escucha es Cat Power; y la canción, "Satisfaction"; sí, la de The Rolling Stones. Cat Power destruye la "Satisfaction" original para construir una nueva "Satisfaction". Algunos dirán que semejante metamorfosis inhabilita a la nueva canción en su categoría de versión. Pero quizás sea preciso destruir una canción antes de intentar acercarse a ella, porque solamente desde los escombros de lo viejo es posible la construcción de lo nuevo.

La versión de Cat Power de "Satisfaction" supone el grado máximo de estiramiento. Más allá de esta destrucción necesaria quizás ya llevemos la tuerca hasta la pasada de rosca [Pitingo y su mierda-versión de "Smells like teen spirit"], pero más acá del ejemplo de Luna la tuerca se cae [tal y como ocurre en todas las imitaciones de los concursantes de Operación Triunfo y con la mierda-versión de Ramoncín del "Come as you are", en el caso de que la hubiera cantado en condiciones óptimas].

[Instrucción 9a: Parar la reproducción anterior para seguir leyendo. En este caso saltar hasta la Instrucción 10] 

[Instrucción 9b: Dejar terminar la canción para seguir leyendo]



BONUS TRACK

[Instrucción 10: Después de leer la breve introducción que sigue a esta instrucción, dar al play en el reproductor de vídeo insertado a continuación] 

Se termina con un regalo, una excepción que confirma la regla. Obsérvense todos los elementos [contenido de la letra, coros, melodías, elementos visuales, puesta en escena, etcétera] que conforman el vídeo-clip [cantante: Miguel Ríos; canción: El río] que se muestra a continuación... 



[Instrucción 11: Después de leer la breve introducción que sigue a esta instrucción, dar al play en el reproductor de vídeo insertado a continuación]

... y compárense con todos los elementos que conforman el vídeo-clip [Cantante: Bigott; canción: She is my man] con el que concluye esta entrada. Bigott se pasa de rosca o no alcanza a meter la rosca en el tornillo, y, sin embargo, está dentro. ¿Por qué? Porque a diferencia de Pitingo o Ramoncín, Bigott es un artista [en su única acepción de creador].


sábado, 18 de diciembre de 2010

La société du spectacle (Guy Debord, 1973)

Se rescribe a continuación una vieja entrada [de mayo de 2010] del Blog Abisal. El motivo es que la película que se da a ver puede visionarse en una sola pieza, mientras que en la primera publicación estaba partida en nueve fragmentos.

Llámese cine ensayo, llámese cine situacionista, o llámese cine intelectual [como he leído en alguna parte]..., la película "La sociedad del espectáculo" [Guy Debord, 1973] raras veces se menciona en los libros de historia del cine. No importa.

Debord fue uno de los integrantes más conocidos de la Internacional Situacionista. Suyo es el libro "La sociedad del espectáculo" (1967), un lúcido ensayo crítico que cinco años después [re]escribe para adaptarlo al medio audiovisual.

Sobran más palabras. He aquí "La société du spectacle" [con subtítulos en castellano]:


Selección 12 / Puedo escuchar las canciones más tristes esta noche

"Lascia ch' io pianga", Rinaldo, Georg Friedrich Händel (1710)
 



"A night in", Tindersticks (1995)




"Another day", This Mortal Coil (1984)




"Marlene Dietrich´s favourite poem", Peter Murphy (1990)




"Summoning of the muse", Dead Can Dance (1987)



viernes, 17 de diciembre de 2010

Instrument (Jem Cohen, Fugazi, 1999)







ESPACIO NO COMERCIAL 



 






ESPACIO NO COMERCIAL 





miércoles, 15 de diciembre de 2010

Estado de excepción


Esta noche decreto un estado de excepción en el Blog Abisal. Por primera vez se va a volcar íntegramente el contenido de otra entrada de blog [Turbulencias]. Está firmada por el filósofo Pablo Lópiz Cantó, y se titula "Estado de alarma". Despegamos...


Odio escribir sobre los políticos que dicen representarnos, traidores inmundos de la especie humana. Sin embargo, lo real-despreciable se impone en estas horas aciagas. Leo a amigos que aún escriben y se preocupan por la música y por la literatura, por la poesía o la filosofía, por esos espacios extraños, diferidos, en definitiva, respecto de lo real-inevitable. A mí me obsesiona ahora el gesto aquel de René Char, quien se negase a escribir mientras durase el nazismo. La escritura, dijo, no es suficiente.

Sé de la importancia del estilo, del rigor que exige la escritura, de la necesidad de revocar las formas del decir instituido. Sin embargo, hay días en que se impone el hablar claro, el abandono respecto de los juegos retóricos y las teorías. Cioran habla de cómo una noche de insomnio es capaz de destruir el más estable de los sistemas metafísicos. Yo vivo desde hace unos días algo semejante a una larga noche insomne, obsesionado por no cerrar los ojos ante lo que acontece, al terror que ya es y que se avecina.

El Estado de Alarma, hermano menor del Estado de Excepción y del Estado de Sitio, ha sido decretado por el gobierno español el 4 de diciembre de 2010. Gracias a él han quedado bajo poder militar ciertos territorios y más de dos mil ciudadanos hasta hace unos días civiles. La medida, por más constitucional que se diga, no por ello deja de poner en marcha un mecanismo fascista que supone un salto en la modalidad del ejercicio político. Decía Foucault que el fascismo no es un elemento externo a las democracias occidentales, sino precisamente una virtualidad permanente, estructural, intrínseca a nuestro sistema que se puede poner de manifiesto a la menor ocasión. Esa ocasión ya ha tenido lugar.

He visto en el televisor cómo hordas exaltadas pedían la cabeza de otros ciudadanos y gritaban en favor del despido libre. Al grupo Love of lesbian en concierto arremeter, entre canción y canción, contra los trabajadores. En la panadería a gente que pedía cárcel para aquellos a quienes consideraban responsables de haberles hecho perder un vuelo y unas vacaciones. He tenido que contemplar cómo personas a las que consideraba amigos e incluso compañeros de lucha se batían en contra de trabajadores asediados. Lo había leído en Deleuze y Guattari, y en Reich. El problema del fascismo es un problema de deseo. Son las masas las que desean el fascismo. Y no sólo para los demás, también para sí mismas.

Los militares han entrado en la gestión política del Estado y de los asuntos que sólo atañen a los ciudadanos. Resolverán el problema, no tengáis la menor duda. Ya veremos quién los echa luego. Muchos de vosotros lo habéis fomentado. Vuestras críticas a los controladores aéreos no han sido sino la excusa que el gobierno ha necesitado para dar su golpe de mano. La pregunta la hizo un chaval de apenas dieciséis años en pleno Renacimiento. Spinoza no hizo sino reformularla: ¿por qué lucháis por vuestra servidumbre como si se tratase de vuestra salvación?

Decía Goethe, ya cercano a la muerte, que llevaba ochenta años intentando aprender a leer y que aún no lo había conseguido. Aprender a leer es una tarea que abarca toda la vida. Se lo digo a mis alumnos cada comienzo de curso, que saber lo que pone en un anuncio de coca-cola no es saber leer y que el sistema escolar no les prepara sino en el analfabetismo. Ahora observo sus consecuencias. El gobierno decreta el Estado de Alarma al margen de la ley que lo regula. Apenas es necesario saber juntar las letras para darse cuenta de que el sentido de la ley que define los casos que permiten la declaración de este Estado no se cumple. Sin embargo, los parlamentarios no parecen haberlo percibido. La mayor parte de la ciudadanía no parece haberlo percibido. Nadie parece saber leer.

No hace falta haber leído a Marx, pero es conveniente para entender qué diablos es una huelga, cosa que (a veces creo que deliro) todos parecen haber olvidado. La huelga no es una cuestión de derecho, ni se juega al nivel del derecho. El derecho pertenece a eso que solía llamarse superestructura. La huelga supone una intervención en la infraestructura. Así que eso del derecho de huelga es una estupidez supina. Y el asunto de los servicios mínimos no es más que un modo de desactivar el arma fundamental de los trabajadores frente a las presiones del capital, su potencia de fuga. Así que hablemos de lo que debiera ser obvio, de eso que Vaneigem llamaba banalidades de base. La huelga es un mecanismo que se sitúa en la dimensión descodificada de la lucha de clases, o, si gusta más la jerga nietzscheana, en el espacio inmanente de las fuerzas en conflicto. La huelga supone, llana y simplemente, la supresión de la relación entre explotadores y explotados, y, por tanto, la supresión de la producción de plusvalía que esa relación supone: la auto-supresión del trabajador en tanto que tal. Toda huelga es, necesariamente, eso que ahora llaman huelga salvaje: ruptura de la relación-capital, invención del comunismo. Así que déjense de gilipolleces con la historia esa de que una huelga salvaje es inaceptable y otras chorradas por el estilo. Si les parece inaceptable una huelga salvaje, al menos ya saben una cosa, saben de qué lado están, del lado de los explotadores, del lado del capital y de sus empresas. Sepan también que no me tendrán como amigo.

Pero los controladores aéreos ni siquiera han hecho una huelga, sino que se han acogido a su derecho a la salud. Freud hablaba del malestar de la cultura. La actualidad intensifica de manera exponencial dicho malestar. Gobierna, nos gobierna a través de él. Hoy que se abandona a miles de personas al paro sin subsidios al tiempo que se las responsabiliza de su situación, hoy que se hunde a la población en la precariedad extrema y se la somete al máximo estrés, hoy que para sobrevivir hemos de comer ansiolíticos, somníferos y antidepresivos en cantidades masivas, obligados como estamos a poner nuestra vida entera a trabajar para poder permanecer conectados a un sistema que nos expulsa sin descanso; los controladores aéreos están, sin embargo, impedidos por ley a consumir cualquier tipo de tranquilizante so pena de quedar temporalmente inhabilitados en sus funciones. Al mismo tiempo, el gobierno decreta una ley, otra más, que no es sólo un ataque a sus condiciones de trabajo y de vida, sino un ataque a su dignidad como colectivo y a su integridad como individuos. Hacen uso entonces de su derecho a la salud, en concreto a la salud mental, minada tras meses de ataques injustificados por parte de la empresa y del gobierno. Eso pasa a ser considerado delito de sedición. Pero su malestar es el nuestro, el de todos. Su epidemia de ansiedad nada tiene de sorprendente. Es la misma que sufrimos todos los demás: enfermedades del vacío las llaman. La cuestión es si vamos a seguir sometiéndonos a sus terapias químicas o vamos de una maldita vez a reventar.

A lo largo del 2009 en France Télécom se inicia una ola de suicidios debido a las condiciones draconianas a las que la empresa somete a sus trabajadores. Si mis cálculos no fallan, han sido reconocidos por la empresa 48 suicidios en dos años. Es una opción, la última. En las cárceles se llevan practicando los suicidios y las auto-mutilaciones como formas de resistencia desde hace años. Hay, en los últimos años, una epidemia de gente que, frente a situaciones irresolubles, se quema a lo bonzo. Cuando es la propia vida la que juega en contra de uno mismo y ya no hay afuera, ¿cuál es la solución? ¿Permanecer en el sufrimiento o saltar al precipicio? Los controladores aéreos, creo que muy oportunamente, no han decidido suicidarse: ante una situación vital insostenible, vejados por insultos constantes, persecución de sus hijos en las escuelas, ataques de conocidos y desconocidos, etc., han decidido abandonar sus vidas, sus trabajos, su empresa. El Estado, apoyado por una población fascista, ha sacado al ejército, ha sacado las pistolas y las cárceles. Ha desactivado los únicos mecanismos que tenían, la huelga y el derecho a dejar el puesto de trabajo. Pero aún no han acabado con lo que les mantiene a flote como gremio y como individuos, su unidad como colectivo. Sin embargo, no otro es el objetivo último del Estado en su tarea de destrucción total: arrasar lo común, aislar en una soledad irrevocable, sin apoyo alguno.

¿Saben que los controladores franceses y portugueses se solidarizaron con los españoles, no dejando surcar su espacio aéreo a ningún avión procedente del territorio español mientras el paro durara? ¿Saben que el sindicato de pilotos se solidarizó con el de los controladores aéreos? ¿Saben que otros muchos sindicatos y colectivos europeos e iberoamericanos del ámbito de la aeronáutica han estado al lado de los controladores aéreos españoles y se han avergonzado de la respuesta brutal del Estado Español? Y luego tenemos que escuchar a los estúpidos políticos y a los despreciables empresarios del turismo hablando del deterioro de la marca-españa. España es una mierda, y no por culpa de los controladores, sino por culpa de estas hienas que nunca tienen bastante y a cuya cabeza se encuentra el antiguo colaborador del gobierno de los GAL, el inmundo Rubalcaba, gran ganador de esta debacle política.

¿Saben que el Estado Español, con nuestros impuestos, contrató hace más de un año a una empresa, en concreto a una consultora americana experta en la destrucción de sindicatos? Mckinsey, creo recordar que se llama. Ella ha sido la encargada de planificar lo que desde hace más de un año los controladores vienen sufriendo. Son los mismos que privatizaron Renfe y otras tantas empresas. Luego el trabajo sucio consistente en reventar cualquier posibilidad de convenio colectivo ha recaído en manos de un bufete de abogados experto en estos menesteres y también, por supuesto, pagado con el dinero de las arcas públicas, con nuestro dinero. Su nombre es Cusan-abogados, empresa integrada desde hace un par de meses en la firma internacional KPMG. Son ellos los que han estado llevando en nombre de AENA y del Estado las reuniones con el sindicato USCA: expertos en técnicas que permiten reventar física y psíquicamente al más duro de entre los delegados sindicales. Eso por no hablar de las serias sospechas de que a algunos de los miembros de la anterior cúpula del sindicato les hayan untado de pasta para desactivar cualquier posible brote de antagonismo. Pero las bases asamblearias lograron quitarse de encima a esa cúpula y generar un contexto algo más favorable, gente con menos experiencia pero más honrada. Ahora el gobierno dice explícitamente que va a descabezar al sindicato, que va a arrasar con los delegados sindicales, supuestamente protegidos por ley. Nada dicen al respecto los sindicatos mayoritarios. Ni UGT ni CCOO tullen ni mullen cuando se está persiguiendo de modo explícito a compañeros, ni cuando se arrasa con derechos laborales fundamentales. La fiscalía no duda en participar en la purga. Y, a pesar de todo, la historia no ha terminado. Las asambleas, aunque ahora desactivadas, pueden volver a brotar. Además, hay otros conflictos abiertos. Los pobres son más pobres. La rabia de muchos va en ascenso. Los controladores no están solos. Yo, al menos yo, estoy con ellos.

¿Y vosotros? ¿Vais a permitir que, no ya nuestro gobierno, sino nuestro Estado, pisotee los derechos civiles más básicos de un colectivo de trabajadores? La declaración del Estado de Alarma no va dirigida sólo a los controladores: es un aviso a todos los colectivos, trabajadores o no. La crisis (eso que llaman crisis y que cada vez se demuestra con más claridad que no es más que una recomposición del sistema capitalista para eliminar toda restricción a su proceso de auto-valorización) ha abierto una caja de Pandora que promete tempestades para todos: desatención de las personas más necesitadas, jubilaciones imposibles, recortes sociales: eso es sólo el principio. ¿Qué ocurrirá cuando empiecen, si es que empiezan, las movilizaciones? ¿De verdad creéis que las tasas universitarias sólo subirán en Gran Bretaña? ¿Qué las reformas no van a afectaros? ¿Qué vuestras pequeñas empresas van a sobrevivir? ¿Qué no vais a tener que hacer concesiones para mantener vuestros trabajos? Si están siendo capaces de aplastar la lucha de un colectivo que posee una posición estratégica en el sistema de producción y distribución y que tienen un grado de sindicación y una disciplina de acción inigualable, ¿qué diablos pensáis que van a hacer con vosotros, cuya capacidad de intervención en mínima? ¿Qué vais a hacer? ¿Quemar contenedores? ¿Pegaros con la policía? ¿Agachar la cabeza esperando a que escampe?

Es hora de hablar con los amigos, de crear redes de apoyo mutuo y de resistencia, de prepararse para lo peor, de inventar nuevas formas de lucha y de estudiar las antiguas, de aprender a ser tipos duros, de recuperar la experiencia política que durante los últimos treinta años nos han robado. No hablo de revolución. No soy un iluso. Hablo de resistencia. Es el tiempo de la acción común y de la ruptura. La poesía y la filosofía tienen que retornar a su función olvidada: cambiar la vida.

Bases del Primer Relato Abisal

Uno / El Blog Abisal propone a sus lectores la escritura de un relato de autoría compartida.

Dos / Podrán participar todos aquellos lectores del Blog Abisal que quieran contribuir a la construcción del relato.

Tres / Cada participante podrá aportar un párrafo [tamaño máximo: 15 líneas].

Cuatro / El Administrador Abisal escribirá el primer y el último párrafo. El primer párrafo se publicará cuando al menos haya cinco lectores inscritos.

Cinco /  La única exigencia narrativa es que los participantes respeten, en la medida de lo posible, el hilo y el tiempo narrativos abiertos por el relato que se vaya construyendo a partir de la sucesión de contribuciones.

Seis / Es recomendable, con el fin de controlar la participación, que los Anónimos que escriban firmen debajo con algún pseudónimo o distintivo.

Siete / El relato se irá actualizando conforme se vayan aportando las contribuciones de los participantes.

Ocho / El Administrador Abisal se reserva la opción de cambiar los textos de los lectores solamente en casos de extrema necesidad [corrección de faltas ortográficas, revisión de tiempos verbales, problemas de coordinación, estilo, etcétera].

Nueve / Ante cualquier duda, los lectores tienen los comentarios de esta entrada [donde están escritas estas bases] para hacer cualquier consulta.

Diez /  Para un funcionamiento eficaz de la propuesta se van a habilitar tres entradas:

Primera: Entrada donde están las bases de la participación en el relato [Título de la entrada: Bases del PRIMER RELATO ABISAL].

Segunda: Entrada donde el Administrador Abisal publicará el nombre de los participantes, en el orden de la escritura. En esta entrada es donde los lectores que quieran participar en la elaboración del relato [digamos] podrán "coger cita". Es decir, que los que quieran escribir deberán dejarlo escrito, por anticipado, en esta entrada. Por orden estricto de la fecha y hora de la llegada de ese comentario se irá estableciendo el orden de los autores del relato que se irá publicando en la entrada [Título de la entrada: Inscripción para participar en el primer relato abisal].

Tercera: Entrada donde el Administrador Abisal irá publicando el relato, según vaya recibiendo los textos de los participantes en el orden previsto en la segunda entrada. En los comentarios de esta entrada es donde los participantes deberán enviar sus textos [Título provisional de la entrada: El primer relato abisal].

[NOTA 1: estas tres entradas tendrán sus tres respectivos enlaces en la parte superior derecha del Blog Abisal]

[NOTA 2: el plazo de asignación del orden se cerrrará cuando, pasado un tiempo, no surja ningún participante más]

Once / El título del relato resultante lo decidirán los participantes [el Administrador Abisal no participará en el título], mediante una propuesta de título de cada uno de ellos, que posteriormente se votará.

Doce / Finalmente, la entrada será publicada para placer y gusto de los participantes y demás lectores del Blog Abisal.

[NOTA: Las otras dos entradas, bases y orden, serán borradas tras la publicación del relato]

Fdo: El Administrador Abisal.

martes, 14 de diciembre de 2010

Se busca un título para esta entrada [por favor, viertan sus sugerencias en la escupidera rectangular que se abre en los comentarios]

lunes, 13 de diciembre de 2010

Enrique Morente (1942-2010) y yo (1972-)

 
"Somos los que se van" (Jorge Luis Borges, antes de marchar)
 

¿Y si todavía quedasen dos millones cuatrocientos ochenta y ocho mil años de Capitalismo?


Los que estamos vivos [aquí y ahora] llamamos Paleolítico a una etapa de la humanidad que va desde hace unos dos millones y medio de años hasta hace doce mil años. En algún punto de ese periodo de tiempo [se especula con que fuera hace unos ochocientos mil años] los que estaban vivos entonces descubrieron la forma de hacer fuego y de manejarlo según sus propios intereses. Acciones como cocinar comida, calentarse el cuerpo, ahuyentar a las bestias, fagocitar la comunicación de los grupos, y un amplio etcétera de cambios surgidos a partir del control del fuego, junto con otros propiciados por otras circunstancias vitales, derivaron en cambios fundamentales: el desarrollo y crecimiento del cerebro, la cosa de caminar en posición erguida, la aparición y el perfeccionamiento de un lenguaje más allá del alarido, avances tecnológicos, una forma de espiritualidad, y, también, la manifestación de una forma que desde hace bien poco [teniendo en cuenta la escala de tiempo en la que nos estamos moviendo] insistimos [los que estamos vivos aquí y ahora] en llamar arte*.

  
*ARTE PALEOLÍTICO


¿Qué nos enseñan las paredes [de las cuevas] donde pintaron los hombres y mujeres que vivieron durante ese tiempo que nosotros llamamos Paleolítico? Sobre todo animales. Y es lo único evidente [y por lo tanto no especulativo] que arroja cualquier análisis: animales, animales y más animales. Esta evidencia [y recurrencia] del objeto representado no puede dejar de ligarse al contenido del fuera de campo. Aquí, lo más llamativo es que el propio hombre está incapacitado para representarse a sí mismo: su ausencia en las paredes es también una ausencia recurrente. Primera y única pista que ubica al hombre en el estado de naturaleza donde su vida y supervivencia tenían lugar.

Tanto lo que representan las paredes [los motivos que el hombre de entonces era capaz de representar: animales] como lo que no representan [es decir, los motivos que el hombre de entonces no era capaz de representar: a sí mismo] suponen un tesoro informativo de primer orden. Porque esta irrepresentabilidad del sí mismo ubica al hombre de entonces en el mundo, dentro del mundo. Sin conciencia de sí mismo no hay representación posible de ese sí mismo [que no existe]. Por lo tanto, el hombre, digamos, era en el mundo

Es decir, que esos hombres que pintaban en las cavernas eran [todavía] unos animales. Todavía no conocían la angustia [no confundir angustia con miedo]. Tampoco conocían la ciencia. Y también, los animales de entonces [que los que estamos vivos aquí y ahora llamamos hombres del Paleolítico] tuvieron la suerte de morir de su primera enfermedad [saludos Cioran].


Una teoría sostiene que hace quince mil años el clima de nuestro planeta cambia. Una gradual subida de las temperaturas descompensa progresivamente los sistemas ecológicos. El deshielo hace subir el nivel del mar. El mamut y el reno, animales que sirvieron de alimento al hombre previa caza, o bien desaparecen o bien emigran a regiones más frías. Las especies vegetales también se transforman en otras propias de climas cálidos. Y al hombre de entonces no le queda otra, y se adapta al medio: su transformación también es progresiva, hasta que, finalmente, logra crear una cultura agrícola [domesticación de la tierra] y ganadera [domesticación de animales]. Es en este punto donde los que vivimos aquí y ahora ubicamos el inicio de lo que llamamos Neolítico, hace, aproximadamente, unos doce mil años. 

Con respecto a los cambios en los usos y costumbres humanos de entonces, se producen, entre otras, las siguientes transiciones, en la que media otra étapa que se llama el Mesolítico:


PALEOLÍTICO → [MESOLÍTICO] NEOLÍTICO

nomadismo → sedentarismo
territorialidad → propiedad privada
manada → grupo
colectivismo → egoísmo
lo concreto → lo abstracto
lo ritual → lo cultural
trabajo manual → trabajo intelectual
animal → hombre
ser → existir
miedo → angustia
naturaleza → tecnología
barbarie → civilización
magia → religión / ciencia
escasez → excedente



Derivada de esta última transición [la que circula desde la escasez hasta el excedente] surge esa otra en la que se transita desde una igualdad entre todos los sujetos de una manada [en la que todos cazan, todos se mueven, todos comen, etcétera] hasta la desigualdad entre todos los sujetos de un grupo. Porque con la domesticación de la tierra y la domesticación de los animales aparece el excedente de productos, y, también de hombres, que podrían dedicarse a otras cosas que no fueran producir productos materiales, por ejemplo, los hacedores de arte**. 


**ARTE NEOLÍTICO



¿Qué nos enseñan las paredes donde pintaron los hombres y mujeres que vivieron durante ese tiempo que nosotros llamamos Neolítico? Ya no solamente animales, también hombres y mujeres. Primera y única pista, con respecto a lo que ocurría con el Paleolítico, y que ubica al hombre fuera del estado de naturaleza donde su vida y supervivencia tenían lugar. El hombre abandona el fuera de campo y se representa a sí mismo, en definitiva, ya es capaz de cosificarse a sí mismo, en un ejercicio de abstracción sin precedentes hasta el momento.

Esta incorporación del hombre en la representación supone, igualmente, un tesoro informativo de primer orden. Porque esta capacidad de representabilidad del sí mismo ubica al hombre de entonces interpretado en el mundo, interpretado dentro del mundo. Es decir, que el hombre deja de ser para empezar a estar en el mundo. La conciencia que ha ido desarrollando ha hecho posible dicha representación, a partir del ejercicio de abstracción arriba mencionado.

Entonces, esos hombres son ya hombres; esos hombres ya somos nosotros. Puesto que ya existen [porque tienen conciencia del sí mismo y de su propia  finitud] conocen y experimentan la angustia. Construyen y usan políticamente la religión primero, y la ciencia, después, procedentes ambas de un mismo tronco llamado sentimiento mágico [como interpretación simbólica y necesaria del mundo].


Lo curioso aquí es cómo los que estamos vivos [aquí y ahora], después del Neolítico hemos categorizado otra etapa prehistórica [La Edad de los Metales] subdividida, a su vez, en tres partes [la edad de cobre, la edad de bronce y la edad de hierro], cuando a decir verdad estas fases no son más que un sistema neolítico avanzado y perfeccionado cada vez con mayores de dosis de abstracción. No menos curioso resulta que en este preciso momento es donde damos por terminado eso que llamamos prehistoria, y empezamos a manejar la categoría de historia. La línea divisoria entre el pasado y el presente históricos se fecha hace cinco mil años; según unos, el límite lo marca la escritura [que no es más que un grado avanzado de la abstracción comunicativa] y según otros, la aparición de una organización política similar al Estado [que no es más que un grado avanzado de la propiedad privada].

Esto es, lo paradójico es porqué a algo que no es sino un desarrollo de lo que se llama Neolítico se le cambia de nombre, indicando así que esa etapa está superada. Y no solamente eso, sino que además nos contamos a nosotros mismos que todo aquello pertenece a una etapa humana pre-histórica [aquí el prefijo "pre" está saturado de ideología], que es lo mismo que defender la condición de pre-humanidad que la habitaba. 

La Historia no solamente se cuenta desde el presente sino que además, solamente puede hablar del presente. La historia que nos contamos a nosotros mismos está llena de elipsis, manipulaciones, censuras, "tics" propagandísticos, un conjunto de técnicas narrativas que convierten esos relatos en "montajes" [entiándase aquí montaje con su significado más peyorativo relacionado con la falsedad del documento]. En conclusión, eso que llamamos historia [que nos hemos obligado a nosotros mismos a atribuirle los valores de verdad y de objetividad] no es más que un falso documental que se construye al servicio del interés del momento presente.



Pero volvamos a las transiciones que se han marcado más arriba entre el Paleolítico y el Neolítico; y pongamos ahora las características del Neolítico como punto de partida de otra transición que culmine en nuestro aquí y en nuestro ahora, el sistema capitalista. El resultado sería el siguiente:


NEOLÍTICO → ACTUALIDAD

sedentarismo → sedentarismo
propiedad privada → propiedad privada
grupo → grupo
egoísmo → egoísmo
lo abstracto → lo abstracto
lo cultural → lo cultural
trabajo intelectual → trabajo intelectual
hombre → hombre
existir → existir
angustia → angustia
tecnología → tecnología
civilización → civilización
religión / ciencia → religión / ciencia
excedente → excedente



Y detengámonos otra vez en la idea del excedente. La gestión y el reparto del excedente que se empieza a acumular gracias a la domesticación de la tierra y a la domesticación del mundo animal precisa de una tercera domesticación [la que nunca aparece en nuestros libros de historia]: la domesticación del hombre por el hombre, es decir, la esclavitud [y todos sus derivados sinónimos], la asignación de derechos a unos y la negación de derechos a otros, la cosa de la familia, la cosa de la guerra, la cosa de la sangre, los pronombres posesivos... A poco que se mire, seguimos ahí, en lo mismo, rodeados de máquinas, pero en lo mismo. Entonces, una de dos, o no hemos salido todavía del Neolítico o lo que viene después del Paleolítico debería etiquetarse ya como Capitalismo. 

Para terminar, un juego especulativo. La etapa paleolítica duró, aproximadamente, dos millones y medio de años; con la neolítica llevamos solamente doce mil años. Si uno hiciera el ejercicio ingenuo de pensar que la humanidad se mueve y avanza en ciclos más o menos constantes, se podría adelantar que todavía quedan dos millones cuatrocientos ochenta y ocho mil años de Capitalismo, miles de años arriba [para esperanza de los apologetas de nuestro sistema], miles de años abajo [para esperanza de nosotros los apocalípticos].