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sábado, 30 de noviembre de 2013

A.K. (Chris Marker, 1985)

Fotograma de "Ran" (Akira Kurosawa, 1985)

"A.K." es el poso de la mirada de Chris Marker sobre Akira Kurosawa durante el rodaje de "Ran". 

Nada que decir; todo por ver. Play.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Cinco párrafos largos

[Fotograma de Bakushû, Yasujiro Ozu, 1951]

Uno, la película. "Five" es el nombre del homenaje que el director iraní Abbas Kiarostami hizo en 2003 al cineasta japonés Yasujiro Ozu. El subtítulo de la película es "Five Long Takes dedicated to Ozu" [Trad: "Cinco tomas largas dedicadas a Yasujiro Ozu"], que indica, en toda su sencillez y grandeza, la naturaleza de su apuesta formal, donde Kiarostami contempla el mundo a través de una cámara de vídeo, solo (sin équipo de rodaje), en cinco miradas convertidas en cinco planos-secuencia.

Dos, la contemplación. Kiarostami homenajea a Ozu regalándonos el ejercicio de la contemplación, esa forma oriental de ser y de estar, y, necesariamente, de mirar. Mirar sin esperar nada. Mirar sin más. Y escuchar, claro, pero sin esperar nada tampoco. De esta forma, "Five" es un colirio para nuestra sucia mirada occidental, atiborrada de significados y expectativas, que se amontonan en todos los planos, en un universo fílmico gobernado por la velocidad, con planos cada vez más cortos, para imprimir más y más celeridad. Eso, "Five" es un frenazo en seco, un colirio que limpia nuestra mirada, un regalo. "Five".

Tres, el cine como lenguaje universal. Incluso las personas que aparecen en "Five" son tratadas como un elemento formal más, con un peso similar a las otras presencias (no humanas) que salen en el film. Otra hostia bien dada en las carrilleras occidentales, en cuyas butacas es imposible degustar nada donde la figura humana no sea omnipresente. Y sin hombres ni mujeres no puede haber diálogos. Las imágenes y los sonidos conforman el tejido de una lengua universal, el cine, que sabemos todos, que nos comunica a cada uno de los espectadores, estemos donde estemos, y seamos de donde seamos, solamente eso, el cine como lenguaje universal. "Five".

Cuatro, el viaje hacia la abstracción. Las cinco tomas largas de "Five" construyen un relato que transita del día a la noche. Pero hay más relatos en este poema audiovisual de Kiarostami: de la figuración a la abstracción; de lo que se ve a lo que es escucha; de lo que se piensa a lo que se siente; de la mirada que quizás busque la luz, a pesar de la contemplación, a la mirada rendida a la oscuridad, entregada a una nada que se escucha. "Five".

Cinco, la experiencia del tiempo. Juntos, todos los relatos que caben en "Five", logran una magia que hoy en día es muy difícil de experimentar, que el tiempo de todo el relato sea casi idéntico al tiempo de la experiencia del espectador. Si hay un tema en "Five" es el paso del tiempo, un transcurrir solidario del tiempo entre el que pone la cámara donde la pone, Kiarostami, y los que vemos las imágenes, nosotros mismos. La tecnología al servicio de una experiencia existencial compartida. De ahí la magia. "Five".

Bonus track: la narrativa de un palo. Para los niños más perezosos, o para aquellos que sean proclives al aburrimiento cuando les sacan de sus guarderías, recomiendo los diez primeros minutos, donde un plano secuencia del devenir de un palo en la orilla del mar termina en tragedia. La suerte de los grandes: Kiarostami logra contar una historia trágica con dos elemenos, el mar y un palo. Lo entenderéis cuanco le deis al play. Menos es más. "Five".

"Five". Play.


jueves, 21 de noviembre de 2013

Tarnation (Jonathan Caouette, 2004)


Si no sabes lo que es el cine en primera persona tienes que ver "Tarnation", un documental en el que su director, Jonathan Caouette, cuenta, literalmente, su vida, desde que nació hasta los 31 años. 

Yo siempre he pensado que hay pocas cosas más aburridas que tu propia vida contada a los demás, o las autonarraciones que los demás hacen de sí mismos para contárselas a uno, pero "Tarnation" es otra cosa.

"Tarnation" no es una autobiografía audiovisual al uso; es un monumento fílmico levantado sobre cuatro imágenes de archivo. Toda una vida contada por una persona convertida en personaje desde que nació.

Todo el exhibicionismo de un diario personal cabe en "Tarnation", donde el concepto de intimidad revienta en todas las direcciones, dando lugar a una suerte de páramo de la privacidad, una extimidad superlativa. 

El postmodernismo, nuestro tiempo, donde las pequeñas partes fragmentadas a duras penas pueden sostener la consistencia coherente de cualquier relato. "Tarnation" es la suma de fragmentos. Momentos de la vida. Filmados.

La vida de Jonathan Caouette es letal como el agua en caída libre a 70 metros. Pero la forma de "Tarnation" es suave como la navegación de un barco a vela con suave brisa. La fuerza del contraste: lo duro dentro de lo blando.

Canciones de Low, Lisa Germano, Iron and Wine, Cocteau Twins, The Magnetic Fileds y Mark Kozelec, eso es "Tarnation", un cine donde el autorretrato se hace a golpe de estética de videoclip. El monstruo encerrado en un cuerpo hermoso.

"Tarnation". Play.

Tarnation (subtitulado)

lunes, 18 de noviembre de 2013

The bridge (Eric Steel, 2006)


El "Golden Gate" se construyó en 1937. Desde entonces hasta nuestros días ha sido el lugar elegido por casi 1.500 suicidas para quitarse la vida, lo que da una media de alrededor de 20 precipitaciones al año. Quienes deciden saltar vuelan 70 metros hasta estamparse contra el agua. Es un salto al vacío que dura entre 5 y 7 segundos; 70 metros de longitud que median entre la vida y una muerte casi segura. El impacto se produce a 120 kilómetros por hora. "The Bridge" documenta 19 de los 24 suicidios que se cometieron en el "Golden Gate" en un periodo de tiempo de un año, entre 2005 y 2006.

Eric Steel, productor y director del documental, colocó varias cámaras en sitios estratégicos del famoso puente de San Francisco. 12 meses, con todos sus días y buena parte de sus horas, observando el trasiego de las personas, yendo y viniendo, cruzando el "Golden Gate", hasta encontrar a las personas que caminaron hasta el precipicio para sobrepasarlo. Y detenerse ahí. Para obligarnos a los espectadores a estar ahí, de alguna forma presentes.

La poesía. La fuerza poética del documental reside precisamente ahí, en esos momentos en los que los suicidas se enfrentan al salto, a su salto, a su última acción en vida. Casi todos se toman un tiempo, su tiempo, miran fijamente abajo, hacia ese espacio y hacia esa superficie que marcan el límite físico anticipado de su vida. Algunos se santiguan y podría decirse que ese gesto religioso les da el empujón que necesitan. Los hay que se mueven de un lado al otro, no faltan los nervios en un momento de máxima trascendencia; algunos miran alrededor, quizás esperando la mirada-respuesta de alguien, pero la naturaleza (esas otras personas que deambulan a lo suyo, y los pájaros, que vuelan como si nada,y los barcos, que navegan ría a través) continua impasible su ritmo ciego y mecánico, dando la espalda a esa persona que está a punto de saltar, y de finiquitar su existencia por la vía rápida. Es la metáfora apabullante de la frialdad de un mundo que seguirá su rumbo, sin ellos y a pesar de ellos... Pero nosotros, los espectadores del documental, no podremos darle la espalda a esos personajes que sabemos lo que van a hacer desde el minuto uno. 

A pesar de ser una película coral, por la cantidad de personajes que vamos a ver saltar, hay que destacar sobre todo a dos, cuyo peso en la historia de "The bridge" los ubica en la categoría de protagonistas. El primero es el rockero que viste de negro, cuyo ritual antes de su salto queda registrado en todo su tiempo e intensidad; el vaivén de la acción, sus movimientos, y, finalmente, su forma de abordar el salto. Y el segundo es un superviviente que aporta a la narración (solamente, y no es poco) la subjetividad de uno de los suicidas.

Y la prosa. Porque luego están los testimonios de los familiares de los suicidas, que conforman sin lugar a dudas la parte más televisiva del documental, testimonios que pretenden inyectar cierta narratividad, cierta historia, quizás cierta psicología de los personajes, y que, desde mi punto de vista, no son más que las trampas del sentido, el ropaje de nuestro método racional de aprehensión de los acontecimientos. También aquí, solamente el salto de los personajes les sostiene en el universo discursivo de su acción sin palabras, más allá del perfil que les dibujan sus familiares y amigos, que son usados como la herramienta que satisface al espectador medio, que necesita escarbar en un cuerpo que ha decidido terminarse, en busca de las respuestas que validarán el cuerpo propio que todavía decide seguir vivo.

Poesía versus prosa. ¿Se debe inyectar coherencia a unos textos-acciones (los saltos) que solamente admiten poesía? Yo pienso que no, que "The bridge" se hubiera sostenido solamente sobre los cimientos de las acciones de sus personajes, con la imagen, cruda, desnuda y vital, acción pura... ¡Para qué tanta historia?

He aquí "The bridge", de Eric Steel. Play.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Le fond de l´air est rouge (Chris Marker, 1978)

Al conjunto puede llamársele, quizás, cine-ensayo. En todo caso, sobrepasa con mucho a la forma llamada documental. Sea como sea, lo que difícilmente puede negarse es que "Le fond de l´air est rouge" es un monumento (un mausoleo) a toda una época. Es probable que fuese lo que Marker quería decir al afirmar que lo que le interesaba era la Historia y no la política. Todo monumento es, por el mero hecho de existir, un texto "in memoriam": Historia. Esa Historia que, ordenada desde su desenlace, siempre tiene, como también se nos dice, "más imaginación que nosotros".

[El texto es de Manuel Vidal Estévez, titulado "Bajo los adoquines / La Historia: Chris Marker, militante", publicado en "Mystère Marker: pasajes en la obra de Chris Marker", Eds: María Luisa Ortega y Antonio Weinrichter].

He aquí la primera parte de "Le fond de l´air est rouge" (Chris Marker, 1978):

domingo, 18 de noviembre de 2012

Recuerdos del porvenir (Chris Marker, 2001)

En la entrada que Wikipedia dedica a Denise Bellon, se lee que tiene el mérito de ser la profesional que fotografió la primera exposición surrealista de la historia, en 1938. También, que estuvo vinculada a la agencia Alliance-Photo, a la que nutrió de abundantes fotografías de viajes. 

Denise Bellon murió en 1999. Nos interesa la fecha de su óbito porque dos años después, su hija, la cineasta Yannick Bellon, y Chris Marker, realizaron la película "Le souvenir d´un avenir" (traducida al castellano como "Recuerdos del porvenir"), hilvanada de principio a fin con el trabajo fotográfico de su madre y amiga, respectivamente. Resultado: un homenaje a la fotógrafa muerta, al tiempo que la elaboración de un discurso donde se retrata lo que puede quedar de memoria en eso que llamamos historia.

39 años después de que Marker filmara con fotografías su primera y única ficción, "La jetée" [imprescindible el visionado de "La jetée"], Chris Marker vuelve a narrar una historia de la misma forma, con instantáneas. La diferencia entre ambas es que "La jetée" contiene imágenes que Marker había escrito previamente, mientras que en "Recuerdos del porvenir", el cineasta se apropia (con permiso) de un trabajo fotográfico ajeno con el que termina levantando una historia que adquiere vida propia más allá de las historias que cuentan cada una de las fotografías que se exhiben en la película.

He leído en la entrada que el blog Naranjas de Hiroshima le dedica a "Recuerdos del porvenir" que "Marker rebusca entre más de 2.500 fotos y elabora con ellas una narración que no es biográfica" de Denise Bellon, para lograr, finalmente, que el trabajo de la fotógrafa la sobreviva a partir de los retratos que ella hizo, entre 1937 y 1956, "de la Francia de preguerra, de la África colonial, de sus protagonistas célebres y anónimos, de sus contiendas y revoluciones".

La dialéctica chrismarkiana entra en ebullición en esta película. Las fotografías, de un lado, sostienen, cada una su discurso, y juntas, otro discurso; el comentario verbal, de otro, sostiene un tercer discurso, en otro plano, diferente. La dialéctica continuada, que es movediza y pantanosa, entre imágenes y voz, da como resultado un cuarto discurso que, llegado al espectador, puede haber explotado en número igual de pedazos que espectadores. Resultado, un diálogo que revienta en todas las direcciones posibles: entre las imágenes, entre las imágenes y la voz; entre Denise Bellon y Chris Marker, entre el presente y el pasado, entre la memoria y el olvido, entre la Historia y las historias, entre lo que se privilegia y lo que se invisibiliza, y, también, entre la película y el espectador... No cabe mayor generosidad comunicativa de un autor con respecto a su público.

No cabe mayor generosidad post-mortem de un cineasta con respecto a su amiga...

He aquí, "Recuerdos del porvenir" (Chris Marker y Yannick Bellon, 2001):


miércoles, 17 de octubre de 2012

La saga de Europa [IV parte, la precuela]

Siempre he considerado que la historia contemporánea de Europa comienza con el sitio de Sarajevo. ¿Recordais? 

La Unión Europea ha recibido esta semana el Premio Nobel de la Paz. Cuando me enteré regresé, conscientemente, a los Balcanes. Recuerdo muy bien las imágenes y los relatos que vi y leí de las guerras de la antigua Yugoslavia; y recuerdo muy bien el papel de la Unión Europea, de la OTAN y de otras plataformas político-militares.

Recuerdo muy bien como Europa, primero permitió aquella guerra, y segundo, tomó partido por unos y no por otros [estoy hablando ahora, concretamente, del conflicto armado entre Serbia y Bosnia-Herzegovina] negando la ayuda armamentística a unos, los bosnios, habiendo permitido y traficado esa misma ayuda con los otros, los serbios, en un pasado reciente a la fecha de la guerra.

Desde entonces, ninguna guerra ha brotado en Europa, pero sí innumerables conflictos. En la actualidad se está librando una guerra en la que el poder financiero se está enfrentando al poder político, y cuyas víctimas son miles, quizás millones, de civiles de Grecia, España, Portugal y otros países europeos con una crisis encima casi sin precedentes.

Recuerdo muy bien como la Unión Europea miró para otro lado cuando miles de ciudadanos europeos caían acribillados en las calles de la ex-Yugoslavia. Los asesinos eran también ciudadanos europeos. Con respecto a sus ciudadanos, la Unión Europea sigue mirando para otro lado; ¿por qué? Porque está del lado del Capital. Desde sus orígenes.

La guerra de los Balcanes fue una guerra civil europea en toda regla, un término que muy pocos historiadores se ha atrevido a acuñar, y fue una guerra civil cuyas consecuencias terminarán recordándonos a las consecuencias que está dejando en Europa la cruenta batalla que está teniendo lugar en los despachos de los especuladores, en los parqués bursátiles y en las Instituciones europeas, con la crisis de la deuda soberana, que los países del sur tienen contraída con los países del norte, especialmente con Alemania.

¿Recuerdas? Todo esto comienza con el sitio de Sarajevo (1992-1996). Es el contexto; el primer antecedente de lo que hoy ocurre. Lo recordé cuando me enteré de la concesión a la Unión Europea del Premio Nobel de la Paz. 

El cineasta Jean-Luc Godard estuvo en Sarajevo en 1993, y lo contó así, como se muestra en el vídeo. Es, para mi, el primer relato que nos cuenta un extracto de la historia contemporánea de Europa.


sábado, 4 de agosto de 2012

Berlín: sinfonía de una gran ciudad (Walter Ruttmann, 1927)

La tercera década del siglo pasado terminó con el crack bursátil, guinda dramática y documental que puso fin a esa ficción que ha pasado a la historia denominada como los felices 20.

La burbuja financiera mundial había provocado, entre otras cosas, una industrialización brutal en las urbes, algunas de las cuales no tuvieron por menos que crecer exponencialmente en muy pocos años. Fue un fenómeno social sin precedentes...

Muchos directores de cine pusieron sus ojos sobre este surgimiento de lo urbano, y nos regalaron su mirada en forma de películas. Son filmes donde la única protagonista es la ciudad y donde los ciudadanos [quizás por primera vez en el cine] fueron retratados en su verdadera magnitud, esto es, como personajes anónimos, miembros de una masa, hormigas al fin y al cabo...

Jean Vigo retrató Niza en 1930 [Ver A Propósito de Niza]; lo mismo hizo un año antes Dziga Vertoz con Moscú [Ver El hombre de la cámara]; y lo mismo Walter Ruttman con Berlín, en 1927. Ya en la década siguiente, en 1931, el cineasta portugués Manoel de Oliveira [todavía entre nosotros, con 103 años], retrató Oporto [Ver Douro: Faina Fluvial]. Se les llamó sinfonías urbanas.

He aquí "Berlín, sinfonía de una gran ciudad" (Walter Ruttman, 1927):


domingo, 24 de junio de 2012

GasLand (Josh Fox, 2010)

Definitivamente, Oier y yo vamos documentar audiovisualmente la lucha de Kuartango [un municipio que ronda los 300 habitantes, repartidos en casi 20 pueblos] contra la fractura hidraúlica [fracking], el método de extracción del gas no convencional, un proyecto del Gobierno vasco que está en fase de exploración [seguiré informando...].


Esta tarde he comenzado el trabajo, con el visionado del primer documental que he encontrado sobre el fracking. Se titula "GasLand", cuyo tema orbita en torno a los efectos adversos humanos y medioambientales que provoca este método de extracción. 


Dejando de lado este qué [un qué que será muy periférico al qué del documental de Kuartango], escribo la primera de las anotaciones que he hecho sobre el cómo: muchos personajes pero un solo protagonista, el mismo director. Josh Fox realiza una road movie documental, en la que busca la "verdad" que se oculta tras el ofrecimiento millonario de una empresa de gas que quiere poner una poco extractor al lado de su casa. 


Volviendo al caso de Kuartango, el qué a priori de la idea del documental es obvio [y se ha escrito arriba], la lucha de un pueblo contra una posible imposición, pero lo importante, como en todas las historias, reside en el cómo. Y en ese cómo he estado pensando mientras veía el cómo de "GasLand". Otro día veré qué me ha contado.


He aquí "GasLand", de Josh Fox. A ver qué os parece, el qué y el cómo...

domingo, 1 de abril de 2012

Música para la película "Dal Polo All´Equatore" (Balago, 2011)

Versión COMPLETA y en H.D 1080p, del concierto en el que el grupo de música experimental "BALAGO" musicalizó en directo con sus especiales atmósferas, toda la película "DAL POLO ALL'EQUATORE"; en el "Cine Maldà" de Barcelona el 7 de Mayo de 2011, dentro del Festival de Música Emergente y de Artes Visuales: "Autòcton Festival" [Leído (y copiado desde) el canal de Youtube de ]:

viernes, 1 de julio de 2011

Ley y orden (Frederick Wiseman, 1969)

 

miércoles, 20 de abril de 2011

In ictu oculi (Greta Alfaro, 2009)

He descubierto esta pieza en el último número de Blogs&Docs. La autora [Greta Alfaro], en su blog, In praise of the best [visita recomendable] escribe lo siguiente:

Trabajo sobre lo oculto y lo inesperado. Vivimos nuestras vidas gobernados por reglas creadas para controlar el caos y la vulnerabilidad. Pero lo que a mí me interesa son los hechos que tratamos de esconder o reprimir, las diferencias entre lo privado y lo público, la visibilidad de nuestra hipocresía cotidiana.

A mi me ha recordado a la audiencia televisiva..., porque también se come [nos comemos] todo lo que le [nos] echan. También ha sido inevitable acordarme de una frase que salía en un disco de Sr. Chinarro [no sé si en el primero o en el segundo]: "No acudieron buitres pues también habían muerto". Que también, claro, puede aplicarse a la audiencia...
 
¡A ver que os parece...!

 

martes, 8 de marzo de 2011

Réponse de femmes (Agnès Varda, 1975)

Un día, no recuerdo ni de qué autor ni en qué libro, lei una frase que se parecía a esta:

El enemigo de Don Quijote no es su idealismo; es Sancho Panza y su pragmatismo.

Pues eso.


sábado, 19 de febrero de 2011

Aguaespejo granadino / La gran siguiriya (José Val del Omar, 1955)

NOTA
Esta entrada es la redifusión de otra que se publicó en mayo de 2010. Originalmente la película que se daba a ver estaba troceada en cuatro partes; ahora está de una pieza.

José Val del Omar es uno de esos grandes cineastas españoles que además puede considerarse como uno de los más "raros". Lo peor del calificativo "raro" es que suele arrastrar el de "desconocido".

Entre 1953 y 1959, Val del Omar realiza "Tríptico elemental de España", un proyecto donde se incluyen como temas tres elementos naturales vinculados a tres territorios españoles. "Aguaespejo granadino" (1953): agua y Andalucía; "Fuego en Castilla" (1956): fuego y Castilla; y "Acariño Galaico" (1959): tierra y Galicia".

Lo folclórico y lo moderno conviven en las tres películas que conforman este tríptico. Las raíces, lo que brilla en ellas y lo que resulta aterrador de ellas, son filmadas para crear un montaje vanguardista... El cineasta experimenta con el sonido, manipula la imagen, incluye poesía, canciones y ritmos populares... También rompe el discurso, y juega y se recrea con el ritmo. 

En mayúsculas, cine español de no-ficción. Aquí no hay complejos de inferioridad, porque tenemos a José Val del Omar. He aquí algunas de las reseñas y comentarios de aquella época, y venidas desde varias partes del mundo, que suscitó "Aguaespejo granadino" [extraídas del sitio Web de José Val del Omar]:

Anteo – Diario España (1955)
La película es una sinfonía audio visual lírica de Granada. Con una técnica revolucionaria, la bella ciudad andaluza se muestra a los espectadores en una especie de alucinación lírica; el agua de las fuentes y surtidores sigue el ritmo de la siguiriya; los jardines, los monumentos, el viento, el agua, la luna parecen interpretar una vibrante danza como si les animara un espíritu poético. Todo siguiendo un ritmo creciente y en continua trepidación artística. Algo fantástico y maravilloso.

Gonzalo Sáenz de Buruaga – Índice de Artes y Letras (1956)
"Aguaespejo granadino" ha conseguido separar los dos mundos –visual y auditivo– y solidarizarlos al mismo tiempo: la obra en mudo es una cosa, un objeto ya; el sonido, sin imágenes, otro; con ambos elementos, es un tercero, una armonía, una efectiva relación de masas sonoras y visuales. Sonido e imagen se unen, pero no se confunden.

Konrad Haemmerling – Der Tagesspiegel (1956)
En el VI Festival de Berlín hay un extenso programa de films culturales de todo el mundo, pero muy pocos sobresalen de la media. Ningún otro país podrá superar el nivel que España ha alcanzado con Aguaespejo granadino. Inspirado por el poeta García Lorca, el compositor Manuel de Falla y el filósofo Unamuno, José Val del Omar ha aunado la fotografía, el montaje y la música para crear un film sinfónico acerca de la vida de Granada, con el cual abre unos caminos absolutamente nuevos a la interpretación óptica. Como un Schönberg de la cámara, nos descubre la atonalidad en el cinema. Pinta el paisaje espiritual de un pueblo a través de las imágenes reales de la naturaleza; juega con el agua, el polvo y las nubes, la luz y las sombras, la calma y el silencio, los sonidos apocalípticos. Deja seco al espectador y lo estremece mediante shocks, sorprendiéndole con imágenes siempre nuevas, dotadas de una expresividad explosiva. De esta manera surgen, por momentos, fantasmagorías goyescas y visiones de pesadilla en las que se siente la divinidad y el demonismo del mundo; con el caos asomando tras la máscara del orden.

La Libre Belgique (1958)
Un solo film ha representado a España, pero es de una categoría excepcional: "La Gran Siguiriya", de José Val del Omar. La fuerza de esta obra extraña rehuye todo análisis: diríase que se limita a yuxtaponer en un desorden aparente una serie de imágenes que, tomadas aisladamente, nada tienen de particular. Pero su encadenamiento conduce a un poema lírico con un poder de encantamiento extraordinario y con una unidad interior que resulta misteriosa y profunda.

Paul Davay – Les Beaux Arts (1958)
"La Gran Siguiriya", de José Val del Omar, constituye para mí una cima, pues me ha descubierto un temperamento lírico perturbador. Este choque a veces brutal, a veces discordante entre imágenes y sonidos, textos y cantos, cuyo tema es Granada, el agua, el sol, lo que se fija y lo que es devorado, es obra de un poeta.

Amos Vogel – Film as a Subversive Art (1974)
Una obra explosiva, cruel y de las más honda pasión; un grito silencioso que constituye una evocación mística de las pesadillas de España. Con reminiscencias de "Tierra sin pan" de Buñuel, logra transmitir una ansiedad y un pavor sin nombre. Una de las grandes obras ignoradas del cine universal: presentada en el Primer Festival Internacional de Cine Experimental de Bruselas, desapareció luego de los circuitos y no tiene distribución actualmente.

Y he aquí "Aguaespejo granadino" (también llamada "La gran siguiriya"):


domingo, 6 de febrero de 2011

Rocío (Fernando Ruiz Vergara, 1980)

Sobre "Rocío", escrito por Concha Barquero en Blogs&Docs:

Este documental de Fernando Ruiz Vergara ha pasado a la historia como la primera película secuestrada judicialmente en España tras la derogación de la censura cinematográfica en 1977. A día de hoy, continúa censurada por la sentencia vigente del Tribunal Supremo de 1984 que condenaba a su autor por delitos de injurias a la figura de José Mª Reales, fundador de la Hermandad del Rocío de Jerez, a quien la película apuntaba como cabecilla de la brutal represión en el pueblo durante la guerra civil.

[Leer el artículo completo: Rocío]


También en Blogs&Docs, Alejandro Alvarado escribe lo siguiente:

Si en cualquier documental la experiencia se suma al hecho fílmico, mucho más en este caso, porque Rocío no puede ser vista sin la polvareda mediática y social que levantó en la España “post-golpe de estado” del 23-F y que, treinta años después, aunque olvidada, todavía perdura. La herida no se ha cerrado, la película sigue censurada y no se puede exhibir como su autor la concluyó.



He aquí "Rocío", documental realizado por Fernando Ruiz Vergara en 1980:

domingo, 30 de enero de 2011

Baraka (Ron Fricke, 1992)

Una película documental. Imágenes sin diálogos; sin voz over. Solamente imágenes con música; también con sonido ambiente. Quizás un ejercicio antropológico contaminado de retórica publicitaria; no importa. En cualquier caso, una delicia audiovisual que solamente puede degustarse [porque para engullir ya tenemos las imágenes televisivas]. ¡Que la disfrutéis!

He aquí Baraka:

miércoles, 5 de enero de 2011

Ver contra sentir [el horror]

Entrada de marzo de 2010:

Entre la anterior película de no ficción insertada en este blog, "Las Hurdes, tierra sin pan" [Luis Buñuel, 1933] y "Noche y Niebla" [Alain Resnais, 1955] median la Guerra Civil española y la Segunda Guerra mundial. El fascismo que Europa no quiso combatir en tierra española terminó en una guerra de dimensiones mundiales debastadoras. 

La Segunda Guerra Mundial aportó a la historia [la nuestra, la del corto plazo] dos novedades radicales con respecto a otras contiendas: el lanzamiento de dos bombas atómicas en suelo japonés, y la metódica, selectiva y tecnológica manera de intentar acabar con un pueblo entero, el judío. Podría parecer que la humanidad, si no a un tope inadmisible, sí había llegado a un punto de casi no retorno. Después de todo lo ocurrido... ¿qué hacer?, ¿qué escribir?, ¿qué filmar? ¿Dónde debía ponerse el ojo para establecer un sentido?

En los años 50, en plena reconstrucción material [de las ciudades] y moral [de los hombres y mujeres testigos y cómplices, y verdugos y víctimas de su época], el cine documental empieza también a limpiar sus propios escombros y a levantar sus nuevos edificios, seguro de tener lugar en un mundo colapsado en su propio horror e incapacitado de [auto]representarse. Varios cineastas de entonces harán de esta incapacidad su reivindicación más furiosa. 

Uno de ellos es el cineasta francés Alain Resnais, que tiene el honor de ser el primero en usar imágenes de los campos de concentración como imágenes de archivo en su película "Noche y niebla", una fotografía frontal del horror o, como el propio Resnais gusta de matizar, una fotografía frontal sobre la huella que deja el horror en la memoria. 

Resnais da forma a su monumento documental combinando, por un lado, las imágenes en color de los sitios abandonados de reclusión, tortura y muerte de los campos de concentración, y por otro, con el blanco y negro del material de archivo. El resto de elementos formales los completan una monótona voz [escrita por Chris Marker] más una musica inexpresiva. Ese contenido brutal más esta [otra] puesta en escena, quizás más banal, logran un efecto perturbador, que BRESCHAND [En "El cine documental. La otra cara del cine"], comenta así:  

La memoria que se constituye no tiene que ver con el recuerdo personal, es la memoria de una conciencia vigilante que, como “la peste concentracionaria”, no es ni “de un solo tiempo ni de un solo país”. No se trata de conservar en la memoria un pasado con el que ya no existirían lazos, sino de mantener viva su “gran inquietud” interior. 

En el caso de "Noche y niebla", y también de "Guernica" [1950], del propio Resnais, hablar de documental es hablar de la memoria, porque como dice el documentalista chileno Patricio Guzman, “un país sin documentales es como una familia sin fotografías”. Pero ocurre que las familias gustan de guardar, sobre todo, recuerdos positivos; y los países también. Es tarea, entonces, de algunos cineastas, realizar fotografías de nuestros horrores y hedores, para rememorar, aunque escueza, nuestra gran historia occidental.

He aquí "Noche y niebla", "Nuit et brouillard" en su título original [con subtítulos en castellano]:


Hasta aquí la entrada original.

* * * * *

Añadido de enero de 2011:

30 años después de que Alain Resnais realizara "Noche y niebla", Claude Lanzmann concluye el montaje de "Shoah" [1985], un documental de más de 9 horas en el que se intenta [hacer] contar lo incontable [a los mismos protagonistas: hombres y mujeres, testigos, cómplices, verdugos y víctimas del holocausto nazi] sobre la experiencia vivida en los campos de concentración hitlerianos. 

Se ha añadido "Shoah" a la vieja entrada de "Noche y niebla" por el diálogo que pueden entablar ambas películas desde dos propuestas narrativas tan diferentes. Aparentemente ambas abordan un tema similar, el holocausto, pero a decir verdad solamente la pretensión de penetrar en lo imposible las hermana en una causa común. Porque mientras Resnais realiza un intento de representar lo irrepresentable, Lanzmann realiza un intento de contar lo incontable. El resto entre ambas películas no son más que discrepancias de distinta naturaleza, nacidas, no obstante, de ese tronco común de querer aprehender lo imposible a través del viaje [más corto en el caso de "Noche y nieble" y más largo en el caso de "Shoah"], incómodo, penoso, tortuoso, en ambos casos, propuesto por la memoria. Entre otras, las discrepancias entre ambos films son:


"Noche y niebla" versus "Shoah"

idea previa del montaje vs. idea previa del rodaje
aparato discursivo audiovisual vs. discurso netamente oral
lo sintético vs. lo analítico
el tema ya se ha encontrado vs. el tema se está buscando
imágenes de archivo vs. imágenes del pasado [desde el presente]
extrañamiento vs. acercamiento
naturaleza muerta vs. personajes vivos
ver el horror vs. sentir el horror


Para ilustrar estas diferencias, y una vez que se ha visto "Noche y niebla", bueno es el ejemplo en el que Claude Lanzmann le arranca [arrancar, literalmente, no es una exageración, tal y como puede verse en su testimonio] a Abraham Bomba, uno de los personajes que protagonizan "Shoah", esa cosa que tiene dentro que no había sabido [o podido] contar hasta entonces.


NOTA: Si queréis más, el principio de "Shoah" [aproximadamente tres horas de las más de nueve totales] está disponible en la red en dos partes, Shoah 1 y Shoah 2, con subtítulos en castellano.

domingo, 26 de diciembre de 2010

2084 (Chris Marker, 1984)

NOTA: Esta entrada es una re-edición de otra publicada en junio. El motivo principal de la re-edición radica en que se ha recuperado [después de varios meses sin poder verse] la parte principal de la entrada: el cortometraje "2084", de Chris Marker.

"2084" es un pequeño ensayo audiovisual (10 minutos) que Chris Marker realiza en 1984 bajo encargo de la CFDT (Confédération Française Démocratique du Travail) con motivo de la conmemoración del primer centenario de las primeras leyes sindicales en Francia, en 1884.

Para retratar el presente del sindicalismo en la Francia de 1984, Marker proyecta tres futuros posibles en 2084, cuando se celebra[rá] el segundo centenario de la Confederación Sindical Francesa. Los tres futuros vienen representados por tres hipótesis, la gris, la negra y la azul. Y las tres fotografían, desde el futuro, un momento presente que quiere homenajear al pasado. ¡Qué joyita!

He aquí "2084":

sábado, 18 de diciembre de 2010

La société du spectacle (Guy Debord, 1973)

Se rescribe a continuación una vieja entrada [de mayo de 2010] del Blog Abisal. El motivo es que la película que se da a ver puede visionarse en una sola pieza, mientras que en la primera publicación estaba partida en nueve fragmentos.

Llámese cine ensayo, llámese cine situacionista, o llámese cine intelectual [como he leído en alguna parte]..., la película "La sociedad del espectáculo" [Guy Debord, 1973] raras veces se menciona en los libros de historia del cine. No importa.

Debord fue uno de los integrantes más conocidos de la Internacional Situacionista. Suyo es el libro "La sociedad del espectáculo" (1967), un lúcido ensayo crítico que cinco años después [re]escribe para adaptarlo al medio audiovisual.

Sobran más palabras. He aquí "La société du spectacle" [con subtítulos en castellano]:


lunes, 6 de diciembre de 2010

Dans le noir du temps

Esta semana [3 de diciembre], Jean-Luc Godard ha cumplido 80 años.



A mí de mayor también me gustaría ser viejo, pero un viejo tan joven como Godard con 80 años.