jueves, 21 de noviembre de 2013

Tarnation (Jonathan Caouette, 2004)


Si no sabes lo que es el cine en primera persona tienes que ver "Tarnation", un documental en el que su director, Jonathan Caouette, cuenta, literalmente, su vida, desde que nació hasta los 31 años. 

Yo siempre he pensado que hay pocas cosas más aburridas que tu propia vida contada a los demás, o las autonarraciones que los demás hacen de sí mismos para contárselas a uno, pero "Tarnation" es otra cosa.

"Tarnation" no es una autobiografía audiovisual al uso; es un monumento fílmico levantado sobre cuatro imágenes de archivo. Toda una vida contada por una persona convertida en personaje desde que nació.

Todo el exhibicionismo de un diario personal cabe en "Tarnation", donde el concepto de intimidad revienta en todas las direcciones, dando lugar a una suerte de páramo de la privacidad, una extimidad superlativa. 

El postmodernismo, nuestro tiempo, donde las pequeñas partes fragmentadas a duras penas pueden sostener la consistencia coherente de cualquier relato. "Tarnation" es la suma de fragmentos. Momentos de la vida. Filmados.

La vida de Jonathan Caouette es letal como el agua en caída libre a 70 metros. Pero la forma de "Tarnation" es suave como la navegación de un barco a vela con suave brisa. La fuerza del contraste: lo duro dentro de lo blando.

Canciones de Low, Lisa Germano, Iron and Wine, Cocteau Twins, The Magnetic Fileds y Mark Kozelec, eso es "Tarnation", un cine donde el autorretrato se hace a golpe de estética de videoclip. El monstruo encerrado en un cuerpo hermoso.

"Tarnation". Play.

Tarnation (subtitulado)

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