viernes, 8 de abril de 2011

La marcha de los cerdos

Salvador Sostres ha vuelto gruñir: ha justificado el asesinato de una mujer por su ingratitud con el macho dominante que terminó matándola. La opinión pública pide su cabeza, en esta época en el que se pide la cabeza de los cerdos a la mínima. Sostienen que, además de todas los gruñidos que han terminado por construir al puerco-personaje mediático que hoy es Salvador Sostres, esta vez ha ido demasiado lejos, porque, dicen, ha incurrido en un delito de apología de la violencia de género.

No entiendo porque se le pide a Pedro J., el cerdo más lustroso de la piara, que despida a Salvador Sostres. Porque considero que los cerdos no están capacitados para ofender a los que no hablan su propia lengua, el gruñido, y no digamos ya para elaborar un complejo sistema comunicativo que, basado en simples gruñidos, logren tejer una estructura gramatical compleja susceptible de parecerse cualquier tipo de apología.

Sí entiendo, no obstante, la carta que los trabajadores de "El Mundo" han remitido al cerdo lustroso para que se expulse al cerdo hasta las cejas rebozado de mierda, tan gustoso de retozarse en sus propias heces una y otra vez, y entre gruñidos cada vez más onanistas, porque la presencia de un cerdo así en su piara seguramente les haga ser conscientes de la verdadera naturaleza de la pocilga en la que se desenvuelven a diario. 

A nadie le gusta ser consciente de su miseria: por eso, los trabajadores de "El Mundo" no es que quieran hacerle el vacío al cerdo más cerdo de todos sus cerdos, sino que solamente quieren salvar su propia dignidad. Me solidarizo con ellos, porque si el cerdo más lustroso de su pocilga no expulsara al cerdo más guarro, el resto de cerdos se replantearía su función dentro de la pocilga, un trabajo siempre demasiado ingrato [y sucio] cuando se ejecuta sobre uno mismo.

Y no entiendo, tampoco, cómo los cerdos de una de las pocilgas contiguas han logrado emitir una suerte de gruñidos con los que han construido una compleja estructura gramatical susceptible de parecerse a una apología de la defensa de la libertad de expresión. No, eso tampoco lo entiendo... Ni cómo los cerdos de la otra de las pocilgas contiguas han logrado emitir una suerte de gruñidos con los que han construido una compleja estructura gramatical susceptible de parecerse a una apología de la lapidación.

En fin.


7 comentarios:

salustiana dijo...

Estimado Señor Kez. No tendría nada que objetar a su acertadísimo artículo si no fuera porque ha comparado usted a esos indeseables con animal tan noble como es el cerdo. Permitame que le diga que el cerdo es risueño y tierno, simpático y apacible. Una suerte de compañero con el que departir en las tardes calurosas de verano. Los cerdos son tan afables que cuesta imaginar a uno de ellos con la cara de ese tipo tan vomitivo. Yo, como criadora de cerdos que soy, puedo dar fé de que no hay nada más tierno y conmovedor que ver a mis chanchos comiendose las cáscaras de melón y sandía que yo me zampo previamente. En fin, espero que la próxima vez acierte usted a comparar a estos hijosdeputa con otra suerte de seres vivientes. Lo cierto es que no acabo de encontrar un animal con el que compararlos. Quizás porque los animales tienen mucho más sentido común y son menos desgraciados que esta panda de ¿homínidos? cuyo cerebro nada en mierda pastosa y maloliente. Verdaderamente el tal Sotres y los de su calaña son un veneno ponzoñoso que resulta inocuo. Tan solo me afecta si la fetidez de su existencia me llega a los orificios nasales. No creo que sus palabras tengan ningún efecto importante. Tan solo dejar constancia de, hasta que punto, el ser humano puede haber degenerar y convertirse en una nórdiga con patas. En fin, aparte de lo desacertado con la elección del noble animal sobre el resto no tengo nada que añadir salvo QUE TIENE USTED MÁS RAZÓN QUE UN SANTO. Saludos de mis puercos¡¡¡

Kez dijo...

Estimada Salus, asumo mi total responsabilidad de haber cogido el camino alegórico más corto a la hora de intentar retratar al personaje Sostres y al resto de "animales" mediáticos. Ando con poco tiempo y el cerdo fue el animal que menos esfuerzo me provocó en la cosa de escribir esta humilde opinión.

Desde aquí, le envío un efusivo saludo a sus puercos, como contraprestación del daño moral provocado al haberlos comparado a los personajes tan indeseables con los que nos dan de comer nuestras máquinas expendoras de opinión.

Un saludo, jajaja.

Blue dijo...

No puedo comentar mucho sobre el tema porque no sigo al personaje. Ni siquiera sabía que volvía a estar de actualidad. Es posible que sea eso lo que le gusta, ja, ja.
Y estoy con Salustiana...¡animalitos de Dios!
;-)
Agurratxoak.

Amanda dijo...

He estado pensando en qué calificativo existe que defina más fielmente a este tipo de ¿personas? y el único que se me ocurre es el de "basura" ...(no reciclable ni aprovechable).

Grácias por tu solidaridad con las personas que sufren este tipo de brutalidad.

Un abrazo.

VSB dijo...

Hablando de cerdos, matanzas y fechas señaladas, por si os la habíais perdido:

http://eldescodificador.wordpress.com/2011/04/05/capar-a-juan-carlos/

Anónimo dijo...

Salustiana, a pesar de ser mujer, tiene mas huevos que muchos hombres al escribir ese comentario. Todo el mundo sabe que la mujer es inferior al hombre, pero Salustiana ha demostrado que tambien son inteligentes. Mi mujer, que es una santa, tambien lo es, y lo digo porque yo me visto por los pies. cibanez@mityc.es (913462996)

Kez dijo...

Blue,pues eso es lo que ganas por no estar a la última en cosas de la actualidad, jajaja. Seguro que vives más años protegida de toda la radiactividad que sueltan nuestras máquinas del entretenimiento. Agurratxoak,

Amanda, cierto: quizás sea basura, pero también se hace necesario, por higiene personal, aplicarse el refrán "a palabras necias, oídos sordos", sobre todo para no darle a esas palabras la propaganda que entre todos le hemos hecho al "mierda" de Sostres. Un abrazo de vuelta,

VSB, muy bueno lo del decodificador. Y aplicable al amigo Sostres, jajaja, desde un enfoque metafórico, digo, creo, jeje.

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