(y guardé silencio porque yo no era sadomasoquista).
Luego, vinieron a por las capuchas etarras...
(y guardé silencio porque yo no era etarra).
Entonces, vinieron a por los velos islámicos...
(y no protesté porque yo no era tonto).
Luego vinieron a por los hábitos cristianos...
(y no protesté porque yo no era gilipollas).
Finalmente vinieron a por mis gafas democráticas...
(y no quedaba nadie para protestar por ellas).
1 comentarios:
Gracias por tu comentario en mi blog, Zabalabisal. Me tienes que dar la dirección del convento de esta monja, quizás me redima.
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