He descubierto esta pieza en el último número de Blogs&Docs. La autora [Greta Alfaro], en su blog, In praise of the best [visita recomendable] escribe lo siguiente:
A mi me ha recordado a la audiencia televisiva..., porque también se come [nos comemos] todo lo que le [nos] echan. También ha sido inevitable acordarme de una frase que salía en un disco de Sr. Chinarro [no sé si en el primero o en el segundo]: "No acudieron buitres pues también habían muerto". Que también, claro, puede aplicarse a la audiencia...
¡A ver que os parece...!
4 comentarios:
El vídeo es impresionante. Me gusta cuando, a medida que se va a acabando la comida, los buitres se van tranquilizando y se hace el silencio.
¿Comemos lo que nos echan? Sí, claro, pero si nos dieran algo mejor también lo comeríamos. Y esos buitres también preferirían carroña que comer de un plato. La diferencia es que ellos comen para sobrevivir y en cambio para nosotros no es una necesidad ver la televisión ¿O si?
Agurratxoak, Kez.
Yo he recordado un tema de Extremoduro que dice aquello de que los buitres no comen alpiste... ;)
Coincido con Blue, tanto ellos como nosotros tenemos quizás otra preferencia de paladar... pero a ellos el hambre les dirige hacia mesa con mantel y a nosotros nusé qué nos dirige haccia algo que no nos da nada...
Atxutxones!!!!
Blue, nos echen lo que nos echen, nos lo comemos. La mesa entera son los contenidos: sea lo que sea, no elegimos (¿o sí?, acabo párrafo como acabas tú alguno de tus comentarios, jeje).
Incluso lo que nosotros consideramos contenido cultural en la televisión, no deja de ser carroña, o naturaleza muerta, es decir, que no [nos] hemos ganado el banquete. A eso me refiero con la comparación televisiva.
India, nosotros por matar, hemos matado hasta el hambre. Así de lelos andamos, jeje.
A mi del vídeo me impresiona cuando los primeros buitres sobrevuelan la zona, y solo vemos su sombra. También cuando entran en el encuadre las primeras aves, que se acercan y cogen sitio en la mesa. De lo demás me quedo con los ruidos.
Un saludo a las dos...
Una maravilla. Eso me parece.
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