viernes, 28 de diciembre de 2012

Los obreros [PLAY]

Lo primero es rescatar el término obrero de los escombros neoliberales, porque los obreros existen en tanto que haya una palabra en nuestro lenguaje que los designe. Y el término exacto es obrero, una palabra cuyo contenido alberga una acción cargada de ideología. El Poder gramatiza nuestro lenguaje y su reacción de sometimiento comienza, precisamente, con ese ejercicio donde reasigna una y otra vez los significados [las ideologías] que salvaguarden su perpetuación de manera natural. Entonces, los obreros; no los trabajadores; ni los empleados; ni ninguna otra ilusión semántica que extraiga de los obreros sus tres características primeras, que son el trabajo, la lucha y la dignidad. Entonces eso, los obreros. Y cuidado, porque cuando nos roben el lenguaje ya no quedará nada por lo que luchar.

También es hora de ponernos en guardia, sin un ápice de relajación, con respecto a los perros guardianes del Poder, los medios de comunicación. A través de ellos el Poder normaliza y normativiza el nuevo lenguaje: ellos han omitido varios términos: obrero, clase, burguesía, capital, y un largo etcétera, palabras cuyos significados y significantes nosotros sabemos que sí existen. El discurso televisivo es muy seductor [y no digamos ya el publicitario] incluso cuando lo que hace es neutralizar el trabajo, la lucha y la dignidad de los obreros. Se cuidará mucho de nombrarnos por nuestro nombre, y mucho más de retratarnos íntegramente en tanto que cuerpos que contienen trabajo, lucha y dignidad, las tres, al mismo tiempo y en el mismo espacio. Además, el ejercicio manipulador se acompaña de aderezos formales y atajos propagandísticos que terminan dibujando a eso que no llaman movimiento obrero como un viejo disco rayado de los 60 o los 70. Nadie está a salvo de esta constante seducción; y lo que obstruímos con cierto éxito desde el razonamiento crítico, más o menos izquierdista, termina accediendo y asentándose en nuestro lenguaje impostado por el lado de la emoción, ese arma que el Poder usa como trampolín amarillo que desemboca en la piscina sensacionalista, donde todos nos ahogamos, sin remedio, una vez caídos.

¿O es que se nos olvida que las empresas mediáticas son la maquinaria pesada de la ideología capitalista? ¿O es que se nos olvida que los obreros tenemos, cuando menos, una televisión en cada uno de nuestros hogares, donde se nos atiborra de ideología contrarrevolucionaria? Revolución, otra invisibilización. Y contrarrevolución. Y acción y reacción. Ese largo etcétera. ¡Qué cabrones! Nos estan ganando, haciéndonos creer en sus maquinas de imágenes que estamos empezando a ganar. La televisión, sobre todo, es una máquina castradora; anula toda acción e invisibiliza toda incitación a cualquier tipo de subversión. Su imagen preferida de lo que no llama obreros: ganado caminando por las calles vigilado por los pastores del Poder, los policias y demás grupos armados cuya violencia es constantemente legitimada. ¿Dónde? En los medios de comunicación.

Y así nos verán desde las televisiones hasta que rompamos los cercos mediático y policial. Cada individuo libremente mediatizado en sus casas nos continuará viendo en negativo, nos escuchará sin voz... Muchos de nosotros mismos nos seguiremos viendo así. ¿Te has dado cuenta de que por mucho que salgamos en la televisión lo hacemos sin voz? Fíjate en quién habla cuando nosotros estamos en la calle. Y así nos seguirán viendo mientras no rompamos los cercos. Cada individuo libremente mediatizado no nos ha visto trabajar, ni luchar, ni gritar por nuestra dignidad. Porque incluso cuando alguna vez el individuo libremente mediatizado ha tenido la oportunidad de escucharnos, se ha hecho el sordo; y cuando ha tenido la oportunidad de vernos integramente, se ha puesto una venda en los ojos. Que eso cambie; y que sea ya.

El Poder nos quiere sordos y ciegos, porque no se sació cuando nos entregamos a él medio sordos y miopes. El Poder lo quiere todo, porque el Poder solamente puede ser absoluto, aunque cada individuo libremente mediatizado haya crecido con la lección de la democracia bien aprendida; otra ilusión.

Nos quieren en [PAUSE], que no es más que una teoría, pero les daremos un [PLAY]. Acción.


Los obreros [PLAY]

 

8 comentarios:

Anónimo dijo...

KEZ: Para mi gusto: demasiada poesía.
El obrero es gilipollas; además de mezquino.
Se cree lo que no es,en función de lo que cobra. Y lo que es, no es más que un personaje ideado para producir y consumir.
Y lo peor no es que sea mezquino, sino que se cree dentro de otro status, en función de los billetes que lleve en su bolsillo.
Hay ricos pobres y pobres ricos. Obreros y políticos que, sin serlo, en sus siglas aparece la palabra obrero. ¿Y por qué le votas?
Porque eres obrero, mezquino y cretino. Además de gilipollas...
Aunque la mona se vista de seda... que no se le olvide qué es y de donde viene.

Iñigo Bilbao dijo...

Muy bueno Kez, pero que muy bueno, ahí estamos los obreros, y aunque no se nos quieran ver, se nos acabará escuchando, tendrán que taparse los oidos o extirparse los timpanos...

José Manuel Cámara Sáez dijo...

Me gusta que rescates del olvido las viejas palabras con tus palabras, pero aún más me gustan tus vídeos. !Estupendo montaje! Entre col y col, meto mi lechuga, con más información sobre el Cerco Obrero al Parlamento del 12 de diciembre: http://euskizofrenia.blogspot.com.es/2012/12/cerco-al-parlamento-vasco.html

India dijo...

Lo increíble, Kez... es que en el vídeo que haces está contenido todo, absolutamente todo eso de lo que hablas al redactar... Con lo que no queda menos que admirar y alegrarse de que a ti, no te faltan formas de lenguaje sin castrar, y además, legibles, se hace click en algún lugar del cerebro, se lee en las imágenes y se escucha en los sonidos.
Atxutxones

Kez dijo...

Anónim@, quieres explotar uno de los significados que el Sistema usa para desprestigiar a los obreros; y yo quiero (re)construir lo que nos han quitado desde el lenguaje. Poco que añadir. En cualquier caso, te quejas del exceso de poesía, y yo digo que bienvenida sea. Metáforas cada vez hay menos; las comparaciones burdas lo llenan todo. Que vuelva la alegoría sería un buen principio.

Los obreros que han visto el vídeo y que han leído el texto me han dicho que muy bien. ¿Por qué? Porque la poesía sirve. Y debe ser el trampolín.

Un saludo,

Kez dijo...

Iñigo, gracias por entra al Blog Abisal y comentar. Me acordé de tu texto, colgado en las paredes de tu fábrica, a la hora de hacer el vídeo y escribir la entrada, créeme.

Un abrazo,

Kez dijo...

José Manuel, gracias por los halagos. Viniendo de un profesional saben muy ricos. hay que rescatar lo que nos han quitado con lo que nos han quitado, el lenguaje. Y el audiovisual es una buena herramienta. Saludos,

Kez dijo...

India, atxutxones para ti, la espectadora y lectora de primer nivel. Te diré que es "fácil" escribir ese texto después de haber hecho ese vídeo, jeje. Salió solo, jajaja.

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