viernes, 27 de mayo de 2011

Un relato, el tuyo


Entre la acción que retrata esta fotografía,




y la acción que retrata esta otra,


media un relato, el tuyo.


LOS RELATOS

Kez
Cuando le dio un abrazo, el otro le dijo que con el amor no iba a llegar nunca a ninguna parte. Nosotros tenemos el monopolio de la ternura, dijo después, y daremos todos los abrazos necesarios para defenderlo en legítima defensa. El otro se enfadó, y le devolvió una hostia. Con la violencia no vas a llegar nunca a ninguna parte, le contestó. Entonces el otro le dijo que ellos tenían el monopolio de la violencia, y que darían todas las hostias necesarias para defenderlo en legítima defensa.

India
Nos abrazamos y nos dejamos llevar por la inercia del cariño, en la que las lágrimas de la emoción han de vencer en la caída un carrillo elevado en el gesto. Tú y yo, personas, nos abrazamos, y tú y yo, personas, nos vemos en el mismo plato de la balanza. Hasta que vienen y nos colocan cartelitos, en uno pone "Golpear" y en otro "Ser golpeado" y así, obedeciendo a las etiquetas de quienes rugen voraces, nos enfrentamos feroces cada uno en su lado, uno siendo golpeado y otro golpeando, ni tú ni yo personas, sólo marionetas... y desde fuera, siguen esperando, a que a golpes desaparezcan los golpeados y formen alfombra para los hiladores...

Amanda
...entonces llegó un tercero, y dirigiéndose al de las ostias le dijo: pero tú también repartes muchos abrazos a mucha gente. Y después se dirigió al del monopolio de la ternura y le dijo: y a ti también te he visto repartir muchas ostias. Y en ese momento empezaron a surgir colores y matices que cambiaron la visión del blanco-negro en la paleta de la vida y nació la auténtica realidad. Y todos aquellos que se detuvieron a observar la riqueza cromática del ser humano y de sus actos, supieron pintar con más realismo que los demás.

Marcela
Se abrazaban con la misma pasión que se pegaban. Se querían con el mismo odio que se declaraban. Eran diferentes: parecían iguales y creyeron en poder respetarse, pero les salía lo que aparentaban ser. Seres iguales pero muy diferentes. Ambos tenían lo mismo:nada. Pero unos lo pedían y los otros eran los encargados de guardarlo. Al final se les distinguía por sus ropas. Y esas ropas, le hacían pensar y ser distintos siendo iguales.

10 comentarios:

Kez dijo...

Cuando le dio un abrazo, el otro le dijo que con el amor no iba a llegar nunca a ninguna parte. Nosotros tenemos el monopolio de la ternura, dijo después, y daremos todos los abrazos necesarios para defenderlo en legítima defensa. El otro se enfadó, y le devolvió una hostia. Con la violencia no vas a llegar nunca a ninguna parte, le contestó. Entonces el otro le dijo que ellos tenían el monopolio de la violencia, y que darían todas las hostias necesarias para defenderlo en legítima defensa.

fiorella dijo...

Me encantó tú relato, y por otro lado me pone de los nervios como dicen uds. ver a los milicos dar palo, no lo soporto, no hay motivo para ello. Te dejo un link que acabo de descubrir en un blog amigo,espero te guste.http://www.youtube.com/watch?v=rKc-lal1HJM&feature=player_embedded
Un beso.

Kez dijo...

Fiorella, tírate un relato que cruce el charco...,mientras escucho a Eduardo Galeano. Un beso de vuelta,

India dijo...

Nos abrazamos y nos dejamos llevar por la inercia del cariño, en la que las lágrimas de la emoción han de vencer en la caída un carrillo elevado en el gesto. Tú y yo, personas, nos abrazamos, y tú y yo, personas, nos vemos en el mismo plato de la balanza. Hasta que vienen y nos colocan cartelitos, en uno pone "Golpear" y en otro "Ser golpeado" y así, obedeciendo a las etiquetas de quienes rugen voraces, nos enfrentamos feroces cada uno en su lado, uno siendo golpeado y otro golpeando, ni tú ni yo personas, sólo marionetas... y desde fuera, siguen esperando, a que a golpes desaparezcan los golpeados y formen alfombra para los hiladores...

Sirva mi participación como muestra de respeto hacia los que están recibiendo hostias, y hacia ti por tan cojonuda idea.
Tu texto... sublime... no sé ni cómo me atrevo a juntar dos letras.
Atxutxones!!!

Amanda dijo...

...entonces llegó un tercero, del que has olvidado colgar la foto, y dirigiéndose al de las ostias le dijo: pero tú también repartes muchos abrazos a mucha gente.

Y después se dirigió al del monopolio de la ternura y le dijo:y a ti también te he visto repartir muchas ostias.

Y en ese momento empezaron a surgir colores y matices que cambiaron la visión del blanco-negro en la paleta de la vida y nació la auténtica realidad.

Y todos aquellos que se detuvieron a observar la riqueza cromática del ser humano y de sus actos, supieron pintar con más realismo que los demás.

Saludos Kez.

Blue dijo...

Ponme los exámenes que quieras pero no me mandes escribir, ja, ja.
Quedo pendiente y si me surge algo vuelvo, pero no espero nada de mí.
Musutxuak.

India dijo...

Buaaaaalaaaaaahhh qué vergüenza!! ahí! en Blanquita gorda sobre fondo negro... anda que... animaos!!!! por favor!!!

Amanda dijo...

JAJAJA, yo tampoco me esperaba esto.Es que tienes unas ocurrencias Kez!!! Admiro tu creatividad.

Saludos

Kez dijo...

Fiorella y Blue, tarjeta amarilla. India e Amanda, punto positivo.

Por cierto Fiorella, escuché a Galiano; como siempre un placer, un placer lleno de luz. Los peros me los guardo, jeje. Pero veo muy pocos, ¡eh! No asustarse...

Buenoooo,

marcela dijo...

Se abrazaban con la misma pasión que se pegaban. Se querían con el mismo odio que se declaraban. Eran diferentes: parecían iguales y creyeron en poder respetarse, pero les salía lo que aparentaban ser. Seres iguales pero muy diferentes. Ambos tenían lo mismo:nada. Pero unos lo pedían y los otros eran los encargados de guardarlo.
Al final se les distinguía por sus ropas. Y esas ropas, le hacían pensar y ser distintos siendo iguales.

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