[Fotograma de Bakushû, Yasujiro Ozu, 1951]
Uno, la película. "Five" es el nombre del homenaje que el director iraní Abbas Kiarostami hizo en 2003 al cineasta japonés Yasujiro Ozu. El subtítulo de la película es "Five Long Takes dedicated to Ozu" [Trad: "Cinco tomas largas dedicadas a Yasujiro Ozu"], que indica, en toda su sencillez y grandeza, la naturaleza de su apuesta formal, donde Kiarostami contempla el mundo a través de una cámara de vídeo, solo (sin équipo de rodaje), en cinco miradas convertidas en cinco planos-secuencia.
Dos, la contemplación. Kiarostami homenajea a Ozu regalándonos el ejercicio de la contemplación, esa forma oriental de ser y de estar, y, necesariamente, de mirar. Mirar sin esperar nada. Mirar sin más. Y escuchar, claro, pero sin esperar nada tampoco. De esta forma, "Five" es un colirio para nuestra sucia mirada occidental, atiborrada de significados y expectativas, que se amontonan en todos los planos, en un universo fílmico gobernado por la velocidad, con planos cada vez más cortos, para imprimir más y más celeridad. Eso, "Five" es un frenazo en seco, un colirio que limpia nuestra mirada, un regalo. "Five".
Tres, el cine como lenguaje universal. Incluso las personas que aparecen en "Five" son tratadas como un elemento formal más, con un peso similar a las otras presencias (no humanas) que salen en el film. Otra hostia bien dada en las carrilleras occidentales, en cuyas butacas es imposible degustar nada donde la figura humana no sea omnipresente. Y sin hombres ni mujeres no puede haber diálogos. Las imágenes y los sonidos conforman el tejido de una lengua universal, el cine, que sabemos todos, que nos comunica a cada uno de los espectadores, estemos donde estemos, y seamos de donde seamos, solamente eso, el cine como lenguaje universal. "Five".
Cuatro, el viaje hacia la abstracción. Las cinco tomas largas de "Five" construyen un relato que transita del día a la noche. Pero hay más relatos en este poema audiovisual de Kiarostami: de la figuración a la abstracción; de lo que se ve a lo que es escucha; de lo que se piensa a lo que se siente; de la mirada que quizás busque la luz, a pesar de la contemplación, a la mirada rendida a la oscuridad, entregada a una nada que se escucha. "Five".
Cinco, la experiencia del tiempo. Juntos, todos los relatos que caben en "Five", logran una magia que hoy en día es muy difícil de experimentar, que el tiempo de todo el relato sea casi idéntico al tiempo de la experiencia del espectador. Si hay un tema en "Five" es el paso del tiempo, un transcurrir solidario del tiempo entre el que pone la cámara donde la pone, Kiarostami, y los que vemos las imágenes, nosotros mismos. La tecnología al servicio de una experiencia existencial compartida. De ahí la magia. "Five".
Bonus track: la narrativa de un palo. Para los niños más perezosos, o para aquellos que sean proclives al aburrimiento cuando les sacan de sus guarderías, recomiendo los diez primeros minutos, donde un plano secuencia del devenir de un palo en la orilla del mar termina en tragedia. La suerte de los grandes: Kiarostami logra contar una historia trágica con dos elemenos, el mar y un palo. Lo entenderéis cuanco le deis al play. Menos es más. "Five".
"Five". Play.
3 comentarios:
A ver cómo hago con la lista de espera que tengo, pero con esas presentaciones que haces ¿quién se resiste?, jaja.
Musutxuak, Kez.
Búscate una horita a solas y lo tienes. ¡A disfrutar! Preferible con te iraní o con sake japonés, jeje.
Ahora ya sí... vista "Five", leído el post... igual soné desagradable cuando dije que no lo haría al revés, igual suena peor si además, añado que me alegro de haberlo hecho así... porque me pedía no saber y asomarme sola, sin mensaje previo,... y me alegro de haber seguido mi instinto... para ahora, poder, desde la experiencia propia darte un "Sí" a todo lo redactado por ti.
Uno... hipnosis... limpieza, preparación de vacío.
Dos... quizás consciencia de soledad, consciencia de saborear el mirar sin más...
Tres... batacazo impresionante, rerrico... mirando a unos protagonistas que son como un espejo de ti, que miras desde atrás... hacer natural, sin más que hacer... simplemente respirar, tumbrase en la arena, escuchar el mar... en la orilla... y batacazo rerrico en el sentido de: pensamiento fugaz, shhhh... un momento, que sabe a abismo de "es tan tranquilo ver cómo el mundo sigue y vive sin necesitar de ti... es tan balsámico saberse nada... saber que no se es nada y que no importas nada"... ha sido un pensamiento fugaz y potente simplemente en unos segundos de observar cómo simplemente vivían ellos, los protagonistas de la secuencia tres en la orilla...
Cuatro... consciencia de que además de los ojos... tras estar en Five, en su transcurrir... los oídos se educaron... identificas el sonido de las pisadas y adivinas que aparecerán... Aquí la energía es más activa... (en caso personal, particular... cada uno su opinión, claro)... menos contemplativa sin más como era la tres... tal vez...
Cinco... decididamente bestial... lo contiene todo, juega con todo lo anterior y te regala el darte cuenta de cuánto en ti cambió en menos de una hora... el mirar, el escuchar, el sentirlo...
Anexos.-
Es difícil poder hacer este ejercicio, en la vida real, con volumen tridimensional... compartiendo... esto es... todas las secuencias de Five, tal vez modificando algún tipo de personajes... pero todas ellas, las disfruto en persona... pasar minutos que se hicieron horas sin darte cuenta mirando el mar, sentarte a dejar pasar y ver, observar ... escuchar la noche... es muy difícil hacer así si no es en total soledad... Pero es una dificultad que se supera por necesaria... (incluso se supera a base de resultar pelín borde... ejem... reconozco...) porque oye, esto ... estar así... se necesita como la vitaminaC de las naranjas, y bien... lo mismo lo utópico sería compartir en compañía... pero a ver quién es el/la afortunado/a que se tropieza con alguien capaz de permanecer estático, impasible hacia el exterior... compartiendo tan solo presencia sin más... imposible...
Frenazo en seco y colirio que limpie, regalazo... una hora de ser ente solitario y dejarte invadir así... regalazo... Una gran noche de sábado, una diferente noche de sábado frente a la pantallita... buscando no estar estando... sí señor.
Atxutxonazo apretau
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