lunes, 29 de noviembre de 2010

Nuestro cuerpo, ese infierno


Esta entrada es la continuación natural del punto ocho de Ocho parecidos razonables entre la religión católica y la ciencia [escrita en mayo de 2010].

Hay una parte dentro de "Así habló Zaratustra" que Nietzsche encabeza con el título "Los que desprecian el cuerpo" en la que se pueden leer las siguientes sentencias:

Esto es lo que tengo que decir a los que desprecian el cuerpo. No quiero que cambien de opinión y de doctrina, sino tan sólo que se despidan de su cuerpo, y que, de este modo, se callen para siempre.

[...]

El cuerpo es una gran razón, una pluralidad dotada de un único sentido, una guerra y una paz, un rebaño y un pastor.

[...]

Detrás de tus pensamientos y de tus sentimientos, hermano, hay un amo poderoso, un sabio desconocido, que se llama sí mismo. Habita en tu cuerpo; es tu cuerpo. Hay en tu cuerpo más razón que en tu más profunda sabiduría.

Para Nietzsche, los que desprecian el cuerpo son los cristianos, cuya moral lo dota de tanto ruido y suciedad que solamente les permite cohabitar con él [y en él] de forma conflictiva, contradictoria y, cuando transgrede las normas, de manera pecaminosa. 

Algunos seguramente pensamos que la represión del cuerpo ha terminado ya, que nuestra relación con él ha llegado por fin a una fase de autorreconocimiento y de cohabitación más o menos dichosa. Es cierto que en cuanto a la interiorización del placer y del disfrute que podemos experimentar y vivir a través de nuestros cuerpos, lo que nos apretaba está más suelto; pero a decir verdad, es solamente eso, más suelto, es decir, que el collar de nuestra correa nos viene más holgado, que nos aprieta menos, pero el collar sigue ahí, aquí, sujetado a las viejas estructuras judeo-cristianas que siguen latentes en nuestra sociedad, estructuras que de alguna manera habrían heredado los discursos científicos actuales que normalizan y oficializan una sexualidad "normal", al tiempo que ubican en la marginalidad otras muchas sexualidades que el Poder ha clasificado bajo muy diversos nombres, todos ellos entroncados en el denominador común que se cataloga como "perversiones" [pero este no es el tema].

Lo interesante de las reflexiones nietzschianas relacionadas con el cuerpo es que también incluyen la experiencia antagónica al placer, esto es, el dolor. En este punto, la correa sigue apretándonos con la misma [o quizás mayor] intensidad. La diferencia entre la época de Nietzche y la nuestra es que el collar ha cambiado de dueño; y si antes la humanidad estaba sometida al discurso cristiano, ahora lo está al discurso científico*.

*Para evitar malentendidos y juicios y prejuicios de valor, quien escribe se declara ateo en asuntos religiosos y agnóstico en temas científicos.

Para la Ciencia [sobre todo en lo concerniente al discurso médico] tampoco somos dueños de nuestro cuerpo, e igual que lo que se ha dicho más arriba de la imposición cristiana sobre la interiorización del propio cuerpo, vale decir aquí sobre la Ciencia cuando nos ofrece [a partir de sus discursos] una relación donde las únicas relaciones con nuestro cuerpo son el conflicto, la contradicción, etcétera, términos todos ellos que pueden agruparse bajo una misma acotación, la enfermedad.

De esta manera la enfermedad es experimentada como un mal que viene de afuera, que no nos pertenece, y que se ha alojado en un soporte vital, nuestro cuerpo, que tampoco nos termina de parecer el nuestro, y mucho menos en esos momentos en que la enfermedad florece y se desarrolla. Sin embargo, sí que es nuestro [a todas horas] el discurso del poder, ese discurso que nos separa del cuerpo, ese discurso que asume la enfermedad como una cosa ajena, que no nos pertenece, y cuya presencia, evidentemente, ha de ser combatida con todo tipo de armas químicas de destrucción masiva. Nuestro cuerpo se convierte así en el lugar donde dos entidades extranjeras [la enfermedad y su combatiente] luchan en una guerra que, claro, tampoco hacemos nuestra.

Nietzsche avisaba del peligro de sustituir al dios recién muerto [o matado] por otros dioses igualmente falsos [que son aquellos que coartan la libertad entendida en términos de naturaleza y vitalismo]. Y la cosa en este sentido apunta a que nos hemos dejado embaucar por el discurso científico, por su brazo armado [la industria farmacéutica] y por sus atajos exhibidos y puestos a la venta por sus brazos mediáticos**.

** Recuerde el lector el contenido de *.

La religión estigmatiza[ba] el placer [del cuerpo] a través del uso político del pecado, mientras que la ciencia estigmatiza el dolor [del cuerpo] a través del uso político de la enfermedad. Y desde esta posición negadora del cuerpo, la Ciencia es la heredera natural de la religión***.

*** Recuerde el lector el contenido de * y añada lo que sigue a continuación. No se está defendiendo aquí que, tal y como están las cosas, uno se adueñe de su cuerpo a través de la experiencia vivida del dolor. Quien escribe también se droga con química para mitigar los dolores [ajenos] que aquejan su cuerpo [que no le pertenece]. Quien escribe no es sadomasoquista. Quien escribe está a favor de los cuidados paliativos y del trabajo que ejercen las unidades médicas [pro-científicas] del dolor.

Porque si nuestro cuerpo no fuera ese infierno donde el discurso contemporáneo le ubica..., si nuestros cuerpos realmente nos pertenecieran..., si el lenguaje y las interpretaciones que el poder nos ha inoculado dentro [y que, curiosamente, sí nos pertenece] fueran otros..., y pudiéramos asumir la enfermedad como un proceso interno, o como un acto de comunicación interno, o como, simplemente, la manifestación de una fricción más..., el dolor y todos los significados [ideológicos] volcados sobre él serían otros y, en conclusión, eso que llamamos enfermedad sería otra cosa bien distinta.

Llevamos dos mil años de moral judeo-cristiana encima, una moral [no olvidemos] cuyo eje de rotación es la idea del mal como un algo ajeno contra el que hay que combatir. Y el arrastre de este lastre es evidente, todavía hoy.

¿Tú qué dices, Nietzsche?

26 comentarios:

Blue dijo...

Lo que dices respecto a la religión y la relación con nuestro cuerpo, de acuerdo; respecto a la ciencia, ya no lo estoy tanto.
Los científicos dicen que en nuestro ADN está escrito el número de genes "defectuosos" que tenemos y que en cualquier momento pueden, o no, desencadenar en una enfermedad. ¿Quién dice que la enfermedad es ajena a nuestro cuerpo? Excepto en el caso que estemos hablando de virus...o quizás estés hablando de forma metafórica y no te entienda.
Ese penúltimo párrafo en el que dices "Porque si nuestro cuerpo no fuera ese infierno donde el discurso contemporáneo le ubica..." me produce una sensación curiosa. Es como si quisieras fundar una nueva religión. ;-)
Y es que la religión anda suelta (nuestro cuerpo, no, claro )
El vídeo me encanta (aunque pensé que tenía el ordenador estropeado, ja, ja). Genial, se nota como le hierve el cerebro. Juraría que, aunque no dice nada, sonríe un poquito al final ¿No?.

Saludos, Kez. Ya estaba un poco embrutecida y tu blog abisal me está poniendo las neuronas en forma.
;-)

J. dijo...

Ando algo liado con Foucault, el discurso del poder y la genealogía, donde tanto tiene que ver Nietzsche. Algunos pasajes de este post me han hecho recordar que, después de todo, "a la puerta del hombre está el mono".

Kez dijo...

Sí Blue, esa religión ya está fundada. Jajaja. Tú no te estás dando cuenta pero ya eres la adepta "number one" de esta nueva religión de las profundidades abisales.

Creo que está más claro que menos que la enfermedad está ubicada en el imaginario colectivo como un mal venido del exterior. Es recurrente oir hablar de cosas como "el mal que nos aqueja", "he vencido en mi lucha contra el cáncer", "con este catarro no soy yo", y un largo etcétera que demuestra dónde tenemos ubicada cualquier tipo de enfermedad...

El uso del artículo determinado [a veces también el indeterminado] en vez del posesivo también da pistas de hasta qué punto nos desembarazamos del cuerpo a las primeras de cambio: "Me duele la cabeza", "me he roto la muñeca", etcétera.

También lo que se ha hablado en tu entrada [y en sus comentarios] sobre la neurosis es significativo, porque no es que uno tenga una neurosis [que connota cierta exteriorización] sino que uno mismo es la neurosis [que connota todo lo contrario].

Lo que me cuentas de los genes para mi es ciencia-ficción y mi religión [;op] me impide tomar partido en su discurso. No, ahora en serio... Te diré que la ciencia genética me parece peligrosa, en tanto que asume posturas deterministas para mí involucionistas [otra cosa es eso que se llama epigenética, con cuyo discurso si concuerdo en algunos puntos]. La genética, hoy en día, es la élite de la ciencia y [como ha ocurrido siempre con las élites] su mensaje es indescifrable.

Yo me refería más bien a los discuros a pie de calle, a cómo se controla a la masa [colectiva] a través de un discurso inducido [por el poder científico] contra los cuerpos [individuales]. De otra forma no podría explicarse la saturación de listas de espera, por un lado, y los beneficios millonarios, un año sí y otro también, de la industria farmacológica, por otro.

Un saludo Blue [perdóname la caña pero es la religión abisal precisa de fieles desembrutecidos, jajaja].

Kez dijo...

Eso es J. Yo un día me perdí en el pensamiento de Foucault y podría decirte que todavía no he sido capaz de encontrar la salida. Y la verdad, me siento agusto ahí. Un saludo,

Blue dijo...

Bien, ahora te he entendido mejor, pero es hasta cierto punto razonable que, cuando el cuerpo nos duele, no queramos saber nada de él.
Te advierto que soy creyente noteísta y estoy buscando a Dios (un Dios mayúsculo, claro) y me llevaría una sorpresa si, en vez de estar en el cielo, estuviera en el fondo del mar, donde todo es tan oscuro...

Saludos, Kez.
Te perdono la caña, ja, ja.
(Y ahora voy a ver que es eso de la epigenética ;-)

Blue dijo...

Sí, también creo en la epigenética; y además, no me parece que contradiga a la genética sino que la complementa.
Al final voy a tener más fe de la que yo creía, ja, ja.
Saludos.

Kez dijo...

Blue, estoy merodeando alrededor de tu frase "es hasta cierto punto razonable que, cuando el cuerpo nos duele, no queramos saber nada de él"...

Blue dijo...

No te marees, Kez. No sé lo que digo.

;-)

Jofre dijo...

Kez, He leído atentamente tu escrito. Debo decir que lo he disfrutado mucho, pero tengo algunos puntos que me gustaría comentar abisalmente:

Primero, en tu declaración de posturas. Una persona que se declara agnóstica en temas científicos, no seria lo mismo que declararse religioso en temas de religión. Basándome en que mi concepto de agnosticismo se basa en observación y experiencia.
Segundo, gracias a tu escrito he descubierto que mi postura ante la religión es de ignóstico. Aunque me temo que puede ser un paso intermedio hacia el abisalismo ...

Tercero, Y esto es una crítica! La ciencia en estado puro no puede incluir el concepto "conflicto de interés". Tiene que ser puramente objetiva. Por lo tanto, las farmacéuticas pueden aplicar el conocimiento científico, pero justificar con ciencia la venta de un fármaco ya no es ciencia, es marketing! Aquí, podría añadir ciertas ideas acerca de dogmas e intereses...

Cuarto, enfermedad como algo endógeno o exógeno? Pues en mi modo de entender, cada enfermedad tiene un porcentaje distinto de factor genético y factor ambiental. La genética, predetermina tu susceptibilidad y el ambiente puede desencadenar una patología. Por lo tanto tu DNA dice que tan susceptible eres y el ambiente (entiéndase estilo de vida, bichitos, bombas radiactivas ..) dictamina cuanto favoreces o no a determinada enfermedad. Creo que con esta definición, podemos incluir a todas las enfermedades: cáncer, enfermedades neurodegenerativas, virus, bacterias, almorranas etc... Por poner un ejemplo, se calculan que 5,000 personas en Kenia (quizás ahora son más o menos, no se) son resistentes al SIDA. El componente principal de esta enfermedad es exógeno (un virus), pero cierta genética confiere resistencia. No sé si se entiende lo que quiero decir.

La epigenética seria un punto intermedio entre los dos procesos. Ambiente y DNA. De forma fácil, la epigenética es el registro en el DNA del ambiente al que está expuesto el individuo. De ahí salen las teorías de evolución inducida etc... Y si os queréis poner locos perdidos, podéis pensar en que de alguna forma le transmitimos a nuestros hijos nuestras experiencias...

Yo creo que paro ya, perdón si se me ha ido la pinza o resulto cansino, pero es que este tema me ha llegado hondo.

Un saludo y felicidades!!

Kez dijo...

Blue, en tu último comentario has querido apagar fuego con gasolina, jeje.

Ese "no sé lo que digo", después de ese "es hasta cierto punto razonable que, cuando el cuerpo nos duele, no queramos saber nada de él" apunta justamente a un punto de lo que se dice en la entrada.

Un ejemplo, los que conducimos un coche de vez en cuando llega un momento en el que se ha interiorizado tanto todas las señales [las fijas, las de otros coches], las distancias, todos los mandos que se manejan con las cuatro extremidades, etcétera, que se llega a tener la sensación de que ya se conduce sin saber. Quiero decir, que la "ideologización" [¡ya tardaba en salir la palabra maldita!] del cuerpo es mucho más efectiva cuanto menos consciente se es de ella. Igual que hemos aprendido todos los códigos, normas, trucos, maniobras, etc, para conducir, no creo que se difrencie mucho de eso que llamamos "interiorización" de otros códigos, normas, trucos, maniobras, etc, con los que asumimos nuestros cuerpos desde el "no saber".

Asumo que el ejemplo es demasiado simple y que no puede aplicarse a todo un magma social, mucho más complejo que un simple acto [individual] de conducción. La cosa, en resumen, tiene que ver con todo eso que somos, hacemos, pensamos, etc, sin ya caer en la cuenta que una vez lo aprendimos, más o menos.

Es evidente que el dolor tras un martillazo es una reacción corporal, digamos, instintiva, natural, vital. Pero otros muchos dolores creo que son aprendidos, y, claro, tiene que ver con todos los discursos sobre la enfermedad que hemos mamado [nosotros como indivuduos y nuestra sociedad como judeo-cristiana]. Es cuando el dolor es el mal; si no lo fuera no huiriamos de él, y, quizás, repito, quizás, nos pararamos a escucharle para saber porque nos grita.

[Uy,que "New Age" me ha quedado esto último: ¿será el cansancio o tendrás razó con eso de la creación de una nueva religión?jeje]

Un saludo,

Kez dijo...

Jofre, he estado informándome sobre el ignosticismo [que desconocía], y me ha fascinado lo poco que he leído, sobre todo porque yo también estoy un poco ahí, y yo sin saberlo, jajaja.

La respuesta a tu comentario merece un poquito de esfuerzo; mañana te respondo. Vaya por adelantado un gracias por la aportación, por ensanchar la entrada y, otra vez, por hacerme ver que yo también soy ignóstico [en asuntos religiosos y en asuntos científicos, jeje].

Un saludo,

Blue dijo...

Bien, con ese último párrafo te he entendido mucho mejor. Y ahora te pregunto (si no es mucho abusar): Y si no huimos de ese dolor, nos paramos a escucharle y llegamos a saber por qué nos grita, ¿podríamos llegar a la conclusión de que no nos duele?.
No te extiendas tanto, por favor, que me acomplejas.
;-)

¿Como le llamaríamos a esto ¿Iglesia de la Fenomenología, ja, ja?

Saludos, Kez.

Kez dijo...

Blue, la respuesta es no. (;o]

Blue dijo...

¿Pero nos puede gustar?

(Y ya no pregunto más ;-)

Kez dijo...

No sé, aunque diría que no. Habría dolor y lo viviríamos de otra manera.

Blue dijo...

Ok.
Gracias por contestar.

Saludos.

Kez dijo...

Bueno Jofre, ¡Vayamos por partes, como dijo el descuartizador de Texas!

Primero, sobre el agnosticismo científico. Sí, lo que dices es cierto. Lo matizo. Hay una parte de la ciencia que se basa en lo que se llama evidencia científica [que incluye la observación y la experiencia] y otra claramente especulativa [ejemplo para mí evidente: Stephen Hawking]. Entonces, sería agnóstico de la rama 1 y ateo de la rama 2, pero claro, has introducido el ignosticismo, con lo cual mi sistema de creencias se tambalea, jeje.

Segundo, sobre el ignosticismo. Si tienes alguna fuente interesante sobre el tema, házmelo saber. Ayer solemante miré por encima la Wikipedia; rescato una parte, según la cual puedo empezar a considerarme ignóstico:

"Según las definiciones de Theodore Drange los ignósticos no son ni ateos ni agnósticos. Una simplificación máxima en la materia establece que un ateo diría, "No creo que Dios exista", un agnóstico diría, "No sé si Dios existe o no", y un ignóstico diría que, "No sé qué se quiere decir cuando se dice Dios existe".

Tercero. Basándome en lo que dices, yo tengo bastantes más problemas [internos] que tú a la hora de ubicar a la ciencia en eso que tu llamas "estado puro". Yo considero que la ciencia es una construcción humana, con varias ramificaciones, entre ellas, el departamento de venta, o el marketing que tú llamas, o el brazo armado, como lo llamo yo. No entiendo que es eso de lo "puramente objetivo", quizás porque [siento la brutalidad abisal] para mi Platon no es un referente sino todo lo contario, el principio de muchos de los males que nos aquejan. Por favor, añade lo que dices de dogmas e intereses, que has dejado el párrafo en "coitus interruptus", jajaja.

Cuarto. Lo que dices forma parte del discurso de la élite científica, traducido a un lenguaje común que podemos entender todos. No tengo nada que objetar, por muy agnóstico [perdón, ignóstico] que sea en este tema de la genética. Solamente añadiría que sean cuales sean los orígenes de las enfermedades que podemos albergar en nuestros cuerpos, lo importante es cómo alojamos esa enfermedad en nosotros mismos, como digerimos esa parte de violencia que nos pertenece de manera natural, cómo, de alguna manera, podemos hacernos responsables [colectiva e individualemente] de esa guerra que se produce en nuestro cuerpo.

Por esto creo que las cosas que se dicen sobre la epigenética son pequeños pasos hacia una cierta responsabilidad de lo que somos, y por eso la digiero más alegremente. Aunque dicrepre en algunos puntos que tienen que ver con el orden causa-efecto.

Nada más, Jofre. No temas en que se te vaya la pinza. La secta abisal abre los brazos a aquellos a los que se le va la pinza. Todos juntos: "Bienaventurados los que perdieron la pinza", jajaja.

Como escribí ayer, es reconfortable que los lectores ensancheis y hagais más ricas las entradas del blog.

Un saludo,

Jofre dijo...

Kez, voy a contestarte, pero hoy mis neuronas estan demasiado cansadas como para reflexionar ...
Pero te contesto a lo de ignostico. Te dire que hace dos dias no conocia esta palabra y la descrubrí a traves de las reflexiones sobre tu escrito. Me hicistes pensar entre ateo, agnostico, ciencia, que es que y buscando definiciones en wikipedia me aperecio Ignostico. Y fue como una rebelacion de fe! Me encanto la definicion. Creo que el ignosticismo (me acabo de inventar la palabra) es la clave para las discusiones constructivas.
Bueno hasta pronto, el hilo aun esta candente XD

Kez dijo...

Existe Jofre, sí, la palabra "ignosticismo" existe como tal. ¡Qué curioso..., una entrada de blog te hace reflexionar sobre algo y ese algo acaba "definiendo" al autor, sin él saberlo a priori! ¡Qué cosas! En cuanto tenga un poquito de tiempo me meteré más adentro de la cosa.

Buenooo,

Jofre dijo...

Kez, creo que ya me has enganchado a la secta abisal. Has conseguido estimular mi cerebro a través de un blog XD

Voy a intentar explicar mis razonamientos sobre los “Dogmas” y a partir de ahí intentar mostrar que compartimos las mismas ideas (aunque a priori podrían parecer distintas).

Bueno, antes de nada quiero definir algunos puntos de partida ayudándome de tu comparación sobre ciencia y religión. Perdón si soy muy simple, pero mi objetivo es trasmitir una idea más que hablar con propiedad.

Existe la ciencia, la cual promueve el conocimiento. Una buena actitud científica debe ser crítica.
Existe la religión, la cual promueve la bondad. Una buena actitud religiosa debe ser comprensiva.

En este punto, tanto la ciencia como la religión son filosofías que pueden ayudar a ampliar el conocimiento o la convivencia. Pero existe un punto donde la filosofía se convierte en dogma:

La ciencia promueve el conocimiento, la ciencia es conocimiento, la ciencia lo sabe todo.
La religión promueve la bondad, la religión es bondad, Dios es solo bondad.

A partir de ahí llegamos al Dogma:

La ciencia siempre tiene razón (es la suprema listura)
Dios siempre tiene razón (es la suprema bondad)

Es más fácil de explicar con la religión, porque le han dado un nombre al dogma “Dios” mientras que a la ciencia no. La primera ciencia es la que yo apoyo y la segunda ciencia es la que tú criticas (basándome en mi percepción). Por favor nota que la segunda ciencia es incompatible con la primera ciencia, ya que un dogma no es compatible con una actitud crítica.

Ahora creo que puedo pasar al siguiente razonamiento. Deberíamos escuchar mas a nuestro cuerpo que a la ciencia dogmatica? Por supuesto que sí, la primera razón es que nuestro cuerpo es mucho más sabio que nuestra ciencia (nos lleva miles de años de ventaja) y segundo es que la medicina occidental de hoy en día es demasiado agresiva. Eso no significa que la medicina no tenga razón, al contrario, nuestra medicina/ farmacología ha demostrado que es capaz de salvar muchas vidas. Pero, no se puede entrar en el dogma.
Para ilustrar mis palabras pondré un ejemplo, La gripe.
La mejor arma contra la gripe es nuestro cuerpo. Este necesita algunos días para responder con contundencia y eliminar la infección. Durante ese periodo nosotros percibimos, cansancio, frio, fiebre (esta última una arma eficaz para controlar infecciones). La mejor solución para estos casos es escuchar a nuestro cuerpo, descansar y taparse bien. Pero, mucha gente cree que existe una necesidad de medicarse, porque los medicamentos curan (dogma). Entonces se toman un Frenadol, que a pesar de ser medicamento no cura, es un “alivio sintomático”. Esto te permite estar más aliviado, hacer otras cosas… Pero eso no es bueno y no cura, porque tu cuerpo necesita recomponerse, necesita el descanso, necesita que le hagas caso.
Por eso entiendo tus palabras, cuando dices que deberíamos escuchar más a nuestro cuerpo (sin ser masoquistas).
Conclusión, la ciencia corrobora tus palabras pero la ciencia dogmatica no.

Repito, que más que casos reales he querido expresar mi reflexión. Podría citar más ejemplos o darle más vueltas, pero esencialmente ya he dicho lo que quería.
Lo que me preocupa, es que la ciencia se convierta en un dogma y pierda su esencia.

Sobre lo de Platón, la verdad soy un ignorante y leeré a ver que cuales son sus reflexiones, si tienes algún link interesante estaría bien.

Un saludo

P.D. Las ideas aquí expresadas no son símbolo de mis pensamientos, sino símbolo de la reflexión que el escrito ha generado en mí.

Kez dijo...

Primera lectura y muy interesante. Mañana segunda lectura y seguimos con el hilo. Jeje. Intercambio interrumpido, pero constante. Me gusta. Un saludo,

Felipe dijo...

Kez, ya conoces mi admiración por Nietzsche. Más cuando tengo un pasado católico gigante como una catedral.

Felicidades por tu trabajo, la entrada y los comentarios.

Siguiendo tu metáfora, creo que si antes había un collar, ahora no es que haya otro, es que hay dos.

Cierto que muchos se ciegan con la ciencia como si fuera el nuevo Dios, o como si fuera la única vía de conocimiento. De hecho, los mortales no científicos “creemos” que cierta sentencia científica es cierta como un acto de fe. Pero con una diferencia, evidente, claro: si estudiáramos lo necesario la entenderíamos.

Decía también que hay quienes ven a la ciencia como la única vía de conocimiento. Y no sólo no coincido con eso, sino que dudo que la ciencia nos haya aportado algún conocimiento sólido al cien por cien. La ciencia, aunque quizás tendría que haber hablado de la física desde hace rato, nos ofrece unas reglas con las que parece que se rige el universo. Pero sólo parece. Nos son útiles, o muy útiles, pero no tienen por qué ser certezas del universo o la existencia. Como de hecho no lo son. Si la teoría de la relatividad falla, y lo hace en las singularidades, por ejemplo, significa que la teoría de Einstein no rige el universo, el todo, aunque sí bajo ciertas condiciones. Será otra teoría o una mejora de esta, o una combinación con la cuántica, pero no esta. U otras muchas, no sé.

Parece que la ciencia aún actúe con los fenómenos como el espectador con el mago: quiere pillarle el truco. Bueno y yo tb –ves, otro resquicio de la metafísica en mí-. En la Gaya ciencia, creo recordar, N. decía que la ciencia tenía que buscar “a pesar de”. A pesar de que lo que encuentre no guste o duela. Pero creo que se refería más a la filosofía.

Saludos a todos.

...

Kez dijo...

Felipe, me hace gracia la osadía de algunos cuando se declaran ateos [puedo incluirme en la lista], como si pudieran sacudirse de encima [como por arte de magia] dos mil años quinientos años de moral juedocristiana [500 desde Platón antes de C. más los 2000 de la era cristiana]. Aquí podríamos volver a hablar del fantasma de la libertad, jeje.

Sobre lo que dices, la ciencia se salva con respecto a la religión precisamente en que no aporta ningún conocimiento sólido; esa debilidad la hace creíble, aunque los individuos que la contruyen [a la ciencia] anden todo el día haciendo ostentación de musculitos.

En fin, gracias por las flores. Te devuelvo el agradecimiento por comentar y hacer más interesante lo que se ha dicho hasta ahora.

Un saludo, Felipe,

[Jofre, ahora voy con lo nuestro]

Kez dijo...

Jofre, eso que dices de que te has enganchado a la secta abisal, me excita y me aterra a partes iguales, jajaja, porque es señal de que los yonquis abisales crecen al mismo tiempo que crece el blog [en enero, un año de vida].

La comparación que estableces entre ciencia y religión [a mi] me sirve, añadiendo que tanto una [la religión] como otra [la ciencia] son construcciones idealizadas [y proyectadas sin ideología] por hombres [altamente ideologizados]. Y de la ciencia hablo de las dos ciencias que tú separas, la que tú apoyas y, también, la que yo critico, como bien dices.

Volviendo al cuerpo y al dolor y a la enfermedad [el objeto de la entrada], el ejemplo que pones de la gripe es muy válido en relación a cómo vivimos la enfermedad en Occidente. Si esto quiere decir como dices tú que la ciencia corrobora mis palabras pero la ciencia dogmatica no, pues no sé. Ya puse más arriba que a mi me cuesta más hacer ejercicios de separación para clasificar una ciencia como buena y otra como mala, lo cual me impide incluso desconocer el objeto de crítica, es decir, no saber que si lo que ataco es la ciencia dogmática o la ciencia que conserva su "verdadera" esencia. [NOTA sobre este punto: los peces abisales son ciegos y atacan al bulto que se mueve; no discriminanm, jajaja]

Sobre lo de Platón, me pongo el disfraz de Nietzsche, me estudio su personaje, cómo habla, y me pongo en la tesitura de que alguien le pide enlaces interesantes sobre Platón. Entonces, yo, convertido en Nietzsche ya, con bigotón incluido, te digo:

"No seré yo quien te asesore sobre Platon. Díle a alguien que te enseñe a amarle. Y cuando le ames, házmelo saber, y yo seré quien te enseñe a odiarle".

[Oye, ya me ha gustado este ejercicio de interpretar a Nietzsche para responderte, jajaja. Por un momento he experimentado en mis propias carnes la voluntad de poder. Cosas del método Stanivslasky]

Un saludo, Jofre,

Jofre dijo...

Buena respuesta,
He estado algo ausente ultimamente, pero ya estoy en tierra firme y con tiempo libre.

Un saludo y ya me paso a entradas mas nuevas XD

Kez dijo...

Jofre, creo que tu vas a ser el que visita el Blog Abisal desde Finlandia, por lo que dices en la entrada 98%. Un saludo, seguimos aquí, donde siempre,

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