lunes, 11 de enero de 2010

Todos tranquilos: Dios es conductista

Empecemos sin complejos: el conductismo es la terapia oficial del Imperio y sus esclavos somos millones de ratones movidos por estímulos manejados por un ente superior que denominamos "la mano invisible del Mercado". Comparada con otras terapias es rápida y más barata. El conductismo te soluciona una abolladura psíquica en 6 días (sí,sí, es el psicoamerica way of live), mientras que intervenciones Gestalt requieren 6 meses, y no hablemos ya de los 6 años obligatorios de cualquier psicoanálisis.

La cosa es que el conductismo no se queda en las consultas de los psicólogos conductistas: el conductismo es sacado a pasear por muchas de las plataformas psico-posmodernas. Se puede decir que allí donde uno está, está siendo bombardeado por armamento conductista. La familia y el entorno laboral son algunos ejemplos. ¿Quién no se siente como un perro de Pavlov cuando su madre le amordaza con un chantaje emocional? ¿O qué es sino un condicionamiento a lo bruto los pluses de productividad que se aplican a las nóminas de los trabajadores?

Dentro de la sagrada familia occidental, el conductismo tiene lugar en cada uno de sus intercambios, pero sobre todo en el educacional. Programas televisivos como "Supernany" han contribuído a que las teorías conductistas posmodernas (las del buen rollo) se desarrollen al máximo y campen a sus anchas por los hogares occidentales. Sobre todo hay dos cositas conductistas que convierten a nuestros hijos en adorables ratoncitos...

La primera. No es raro ver en la actualidad a padres de entre 30 y 40 que aplican el sistema por puntos a sus queridos retoños, que consiste en hacer una colorida tabla donde se van acumulando puntos positivos y negativos. Tantos puntos positivos, tal regalo; tantos puntos negativos, tal castigo. Resulta evidente que es un sistema efectivo en su fin pero nefasto en el proceso, porque, literalmente, se condiciona en vez de se educa. De esta manera, un niño hace o deshace en función del premio y del castigo, sin entrar a valorar la naturaleza del acto por el que es premiado o castigado. Pero en fin, el fin, la meta y los objetivos cumplidos son paradigmas del mundo empresarial en el que vivimos, y todo este conductismo del buen rollito no son sino que estrategias empresariales llevadas al ámbito familiar. Además, hay que comprender que cuando no se tiene tiempo lo mejor son los atajos.
Y la segunda. El método del energúmeno Estivill "Duérmete niño", que consiste en ir alargando paulatinamente los tiempos desde que se oye llorar al niño hasta que los padres acuden "al rescate". Este metodo, que parece importado de los orfanatos rumanos de la época de Ceaucescu, se está haciendo ahora en nuestros adorables, civilizados y confortables hogares occidentales. Y efectivamente, a los 6 días el niño termina por dejar de llorar. No se sabe a qué precio, pero la "solución" llega de inmediato: los padres, en una semana, pueden dormir a pierna suelta: todos contentos... o no..., hasta que lleguen los terrores nocturnos.

Música de Badalamenti. Fin.

9 comentarios:

Unknown dijo...

Excelente analisis del conductismo. Gracias Open Minded

Kez dijo...

Siento tardar tanto en contestarte. Estaba arreglando un poco el blog y he descubierto tu mensaje. Gracias por el comentario, María.

Anónimo dijo...

Me encanta la desatinada frase, ¨se condiciona en vez de se educa¨! No concuerdo en que esto sea un excelente análisis del conductismo, más bien deviene en una suerte de burla con ninguna base que la justifique. ¿Tal vez hacernos reír a los conductistas?
Jimmy Alfaro P, Costa Rica

Kez dijo...

Gracias por molestarte en comentar Jimmy. Efectivamente, das en el clavo. Solamente es un apunte interesado contra el conductismo... ¿por qué? Porque no soy partidario ni de esa terapia ni de la simplificación que se hace del individuo humano.

Me alegro de que te hayas reído. Siempre está bien reirse. A mí, por ejemplo, el método Estivill no me hace ninguna gracia. Sin más.

Un saludo sincero, a pesar de las discrepancias.

Anónimo dijo...

pues siendo psico-pedagoga en colombia y habiendo recibido un par de balazos en mi ego durante la lectura de este blog, no puedo ni quiere negarle toda la razon a su autor.

K.

Kez dijo...

Muchas gracias K. Las balas [mis palabras] son de goma muy blanda, así que no hay peligro de muerte del ego, jeje. Un saludo,

Anónimo dijo...

PONTE A LEER LOS LIBROS DE SKINNER..PERO DETENTE..SI EN REALIDAD "lO HAS ENTENDIDO"..ESO ES TODO.

Bryan. Perú.

Kez dijo...

No obedezco ordenes así por así. Además, ya he leído [y sobre todo, sufrido] bastante el conductismo. Sin más. Gracias por comentar, a pesar de todo. Un saludo.

Unknown dijo...

A este chico le hace falta leer mucho, parece el alarmismo propio de un jovencito de 15 años. Por cierto, solo como dato cultural, no existe nada denominado teorías conductistas posmodernas, eso se lo sacó de la manga el jovencito que escribió este "artículo" así como se sacó de la manga la "cura en 6 días" con terapia de conducta.

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