Si me agarro a mi condición de individuo eficazmente mediatizado tendría que decir que apenas conozco nada de Guatemala. Antes de consultar el mapa político de Centroamérica la había ubicado más hacia el sur, donde está más o menos Nicaragua. Tampoco conocía ni quien presidía el país ni su signo político. Las cosas de los países pequeños y "pobres"... Guatemala es un país muy poco mediático, como uno más de los "terueles" del mundo "rico".
Pero en mayo saltó la sorpresa: Guatemala salió en todos los medios de comunicación internacionales cuando un hombre se grabó en vídeo acusando de su asesinato al presidente del país. El vídeo ruló por las listas de vídeos más vistos en todas las plataformas de internet: todo un éxito para la reputación audiovisual de un pequeño país centroamericano.
No se va a entrar demasiado en detalles. La cosa es que el propio personaje que protagoniza el vídeo hace una brillante sinopsis en el arranque de su exposición: "Rodrigo Rosenberg, abogado, acusa al presidente de Guatemala, Álvaro Colom, de asesinar a dos clientes suyos, un padre y una hija. El abogado también acusa a Colom y a otros tres altos cargos de la administración guatemalteca de su propio y próximo asesinato".
Ocho meses después (ahora) otra información da un vuelco a la historia; según la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), "Rodrigo Rosenberg planificó su asesinato". A estas alturas del relato, cuando uno ya sabe que Colom es un presidente de ideología izquierdista y que el abogado era de ideología católico-liberal-conservador, surge una segunda sinopsis: "Rodrigo Rosenberg, abogado conservador, decide suicidarse, pero escenifica un asesinato para desestabilizar al gobierno izquierdista de su país, Guatemala. El abogado le encarga a sus primos, los hermanos Váldez Paiz, la ejecución de un hombre. Los hermanos delegan el acto en uno de sus guardaespaldas, de nombre Nelson Wilfredo, que es quien contrata a los sicarios para que maten a Rodrigo Rosenberg. Rosenberg, tres días antes de su auto-ejecución, delante de una cámara, acusa a Álvaro Colom, presidente de Guatemala, de su asesinato".
Impactante, mediático, espectacular y... cinematográfico. Y aquí no importa quién dice la verdad. Los derechistas guatemaltecos están indignados porque claro, un presidente que es capaz de asesinar a un abogado, ¡qué no es capaz de hacer para cambiar la opinión de la Comisión investigadora!; y los izquierdistas, indignados antes de cómo un abogado acusaba de asesinatos múltiples a su presidente, se ven reforzados ahora que se pone en relieve la teoría de la conspiración de un hombre desesperado. La historia presentada por la Comisión parece tan de guión cinematográfico que me parece increíble que se la hayan inventado: porque la mentira sería demasiado evidente. En caso de haber sido así, se puede fantasear con el "Making Of" del vídeo:
Una cámara y la imagen que está grabando se mueven hasta que la cámara se detiene: la imagen ahora encuadra a una ventana desenfocada, a unos cuatro metros de la cámara. Se oye el ruido del anclaje de la cámara a un trípode, mientras unas manos aparecen y desaparecen de cuadro. Se están haciendo unas pruebas de encuadre, zoom abierto, zoom cerrado. De repente, un hombre con traje azul oscuro, corbata azul claro y camisa blanca, de unos 45 años, entra en el encuadre con dos grandes telas de color azul y una banqueta. Coge las telas, se sube a la banqueta y estira las telas de tal manera que la ventana queda oculta detrás. El hombre desaparece de cuadro, dejando la banqueta en el último sitio donde la usó. De repente irrumpe un ruido de un mueble que se arrastra: es una mesa que el hombre deja en posición centrada con respecto a la cámara. El hombre se va otra vez y vuelve con un micrófono de color rojo y unos papeles; y los coloca en mitad de la mesa. El hombre se acerca a la cámara y conecta el micrófono. Sale del encuadre. Trae una silla que pone en posición y se sienta. El hombre aparece en la imagen sentado frontalmente. Mira a cámara y baja la vista a la mesa. Hace pruebas de voz: tose, "sí, sí, probando, probando", y tose otra vez. Estira el cuerpo entero hacia arriba,incluídos los brazos, al borde de un bostezo. También gira la cabeza para trabajar el cuello. Echa un vistazo rápido a las hojas. Coge posición. Asiente con la cabeza, haciendo ver que mira a alguien situado a la izquierda de la cámara y empieza.
(Aviso a guionistas: así empieza un relato impactante)
(Aviso a guionistas: así empieza un relato impactante)
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