domingo, 9 de mayo de 2010

Maldito Tarantino

Invitado por un amigo, he visto "Malditos bastardos", la última película de Quentin Tarantino.

De Tarantino solamente había visto (en el cine y en las fechas de sus estrenos en sala) dos de sus primeras películas: "Reservoir dog" (1992) y "Pulp Fiction" (1994). Ambas películas, sin llegarme a entusiasmar, me agradaron. Después le perdí la pista del todo... hasta hoy, que he visto "Malditos bastardos".
 
Sobre la película tengo poco que decir. Casi bastaría con comentar que me gusta mucho el principio (no sé si decir que es ultraclásico o ultraclasicista) y que me desconcierta bastante el resto. Me gustan los títulos de crédito iniciales con dos clases de tipografía de las letras (una que remite al western y la otra que desconozco a qué puede hacer referencia) y también los continuos guiños también al western que tienen lugar en la primera secuencia y en la segunda, cuando sale de un agujero el judío aplasta-cabezas-de-nazis-con-bate-de-beisbol.
 
Más allá de eso tengo la impresión de que no estoy capacitado (y estoy hablando de mi ignorancia en el cine norteamericano de ficción en general) para entrar en la película. Creo que para poder asimilar ese discurso multirreferencial que incluye a algunas canciones, a algunas alusiones a otros géneros, a parte del vestuario de los personajes (me estoy acordando del vestido rojo de una de las protagonistas cuando muere al final), a varias acciones o situaciones, etcétera, se hace preciso haber transitado antes por esos lugares señalados y en los que yo, simplemente, me pierdo.
 
Esta es la razón por la que esta entrada es intencionadamente corta, porque pido a quienes la leáis que me aportéis (en los comentarios) algunos datos que pudieran hacerme acceder de manera más completa a "Malditos bastardos".
 
Por otra parte, está la cosa de la historia. Es obvio que Tarantino aborda el tema del nazismo (aunque el nazismo en sí sea la trama secundaria donde se apoyan las tramas principales, todas ellas protagonizadas por la venganza individual y colectiva de las víctimas) desde la parte de atrás o, cuando menos, de forma lateral al discurso oficial y oficialista. Ya era hora de que alguien elaborase un discurso intencionadamente torcido (y aquí da igual que sea ficción o que sea documental, que sea audiovisual o que sea escrito) sobre el nazismo, un tema que, al día de hoy, sigue siendo una de las vacas sagradas o temas tabú. Tarantino le da por el culo a la dichosa Historia que se escribe en mayúsculas... porque él sí que es un maldito bastardo, el cabrón...
 
Y si para garantizar ese corte de mangas es preciso que Tarantino pueble la Francia ocupada por un grupo de yanquis vengadores liderados por Brat Pitt, y que la cosa salte de un género cinematográfico a otro sin ton ni son, yo no le voy a reprochar nada, porque le avala la osadía.
 
Esta forma de manipular la Historia en mayúsculas hace que me pregunte si "Malditos bastardos" es una falsa ficción o una ficción a secas.
 
¿Qué decís vosotros?

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